Ciudad Real vio aumentar en 2017 el valor de su comercio exterior por el incremento de las ventas de vinos (con un 11,6% más), de aparatos mecánicos (34,6% más) y de las materias plásticas (con un crecimiento del 5,7%).
En total, con unos beneficios globales de 2.072 millones de euros, tuvo un saldo comercial positivo de 1.507,2 millones, al haber importado bienes y productos por 565,4 millones.
“En Ciudad Real se combinan las exportaciones de sectores más tradicionales, como el vino o los lácteos -la agroalimentación sumó 754,1 millones, el 36,3% del valor total- con maquinaria y aparatos eléctricos, mientras que consume manufacturas, químicos eléctricos, y vehículos a motor”, apunta Pedro Antonio Morejón, director territorial del ICEX España Exportación e Inversiones.
El resultado entre las ventas y las compras en el exterior de las empresas ciudarrealeñas fue uno de los tres de la región en positivo (junto a Albacete y Cuenca), frente a los saldos negativos de Guadalajara, Toledo, y castellano-manchego.
En concreto, la provincia compró por más dinero aparatos y material eléctricos (23, 6 millones), y vehículos automóviles y tractores (26,9 millones), además de carnes y despojos comestibles (3,6 millones), acudiendo, principalmente, a países europeos, con 386, 9 millones de euros empleados, tras una caída del 2,6%.
Francia fue el que más facturó con las compras ciudarrealeñas, con 82,2 millones, Italia consiguió 70 millones, y Alemania obtuvo 60,2 millones.
En el caso de Asia, ingresó 133,6 millones, un 12,3% más, con China como principal proveedor, al vender por valor de 95,6 millones (creció un 16%).
Por su parte, EEUU aumentó sus ingresos en un 176%, con 2,8 millones, e India ganó con sus operaciones 7,7 millones, con un alza del 7,7%.
Fortaleza
En el caso de Castilla-La Mancha, Morejón ve positivo el saldo negativo, al no poder pagar lo que compra con el valor de las exportaciones. “Si lo que importamos es tecnología para mejorar la industria alimentaria, es un síntoma de fortaleza de la economía”, reflexiona.
Tras una consolidación de la recuperación, “todas la economías quieren comprar”, por lo que la importación “va ligada a la renta”, y en el caso de Castilla-La Mancha “nuestro bolsillo lo permite”, sostiene Morejón.