Miguel Palomar, al que algunos medios han bautizado como “el cura más polémico de Castilla-La Mancha”, dejará en septiembre San Carlos del Valle, su destino los últimos doce años, para ejercer de vicario parroquial en Almagro.
Con su marcha acaba una temporada de polémicas y enfrentamientos con los vecinos y el Ayuntamiento, que en enero hicieron una protesta conjunta por el desplante a una feligresa a la que “don Miguel”, como le llama todo el mundo, le negó la comunión (la mujer dejó de ingresar un donativo anual de 6.000 euros).
En enero los parroquianos lo dejaron solo en medio de una misa, pero ha habido muchas más. “En Navidad registró un escrito en el Ayuntamiento diciendo que el árbol que instalamos en la plaza estorbaba”, explica el alcalde, que cree que en la decisión del Obispado han pesado las quejas y celebra su marcha.
Torres espera ahora restablecer “un clima de cordialidad” con el nuevo sacerdote que atenderá la localidad, desde la parroquia de San Juan Bautista de La Solana.
Don Miguel “generaba malestar”
“Don Miguel generaba malestar y la ha liado en todos los sitios que ha estado”, añade el alcalde, que defiende que San Carlos del Valle “es un pueblo pacífico hasta que reventó después de lo de la comunión”.
Desde el Obispado restan importancia a la polémica y aseguran que el traslado es uno más de los 22 que se han aprobado este verano. “Todos los años por estas fechas hay cambio de sacerdotes en todas las parroquias de España, unos por lo que piden y otros porque superan los seis años que por lo general suelen estar en un destino”, explican.
Esta es la segunda tanta de cambios. En mayo el obispo Gerardo Melgar firmó una primera tanda de traslados que afectó a otra media docena de sacerdotes.
San Carlos del Valle, célebre por la iglesia parroquial del Cristo del Valle, una joya del barroco y bien de interés cultural, pasará a estar atendida espiritualmente desde La Solana. Los párrocos de San Juan Bautista (se ha nombrado a dos) se encargarán además de la iglesia de Pozo de la Serna .