Para Peláez el principal reto es fijar población en el municipio y parar la despoblación. Por este motivo, además de tratar de promocionar el patrimonio cultural de Terrinches, también trabaja en fomentar su patrimonio natural, en modernizar la agricultura e incentivar y formar a los jóvenes para que puedan desarrollar su carrera laboral en Terrinches.
P.- Es alcalde desde 1999, ¿qué tal la experiencia de todos estos años?
R.- Pues gestionar recursos públicos en un pueblo pequeño es complicado. En este país tenemos un doble problema: la financiación de la administración local en la que siempre hemos reivindicado más protagonismo y las competencias. La financiación local tiene que ser igual a las competencias, porque para prestar servicios hace falta la financiación. Y esto es difícil, sobre todo en un medio tan complicado como el rural y en una comarca deprimida con muchos problemas y contrastes como es Campo de Montiel.
Es una comarca que, tristemente, durante los últimos años ha estado abocada a la deslocalización del sector textil y a la desaparición del sector de la construcción tras la burbuja inmobiliaria.
En este sentido, evidentemente tenemos un problema estructura, de carencia de infraestructuras y equipamientos. Es un tema en el que tenemos que trabajar todos de manera conjunta para poner en marcha medidas de discriminación positiva para combatir la despoblación.
Ese es el problema más importante de la comarca. Y en concreto, de Terrinches.
P.- En este sentido, ¿considera que las administraciones están apoyando el desarrollo de la comarca?
R.- Sí. Es verdad que estos últimos años se ha trabajado mucho desde las administraciones intentando buscar planes estratégicos de desarrollo. El Gobierno regional, junto con otras administraciones, va a trabajar con diferentes programas operativos a través de las inversiones territoriales integrales para ayudar a buscar solución. La realidad es que necesitamos del apoyo institucional en todos los ámbitos, para apoyar directamente a esas comarcas que están quedando empobrecidas, envejecidas y tienden a desaparecer. Y aquí la sociedad también tiene mucho que decir, especialmente el tejido empresarial. Aunque esté muy débil, tiene que aparecer para ayudar a salir de la situación.
Ese es el contexto en el que se encuentra Terrinches y Campo de Montiel. Estamos trabajando ahora en otro tipo de sinergias. Tenemos mucha potencialidades en la comarca que debemos en poner en valor, fundamentalmente aquellas que están asociadas al desarrollo del patrimonio cultural y turístico del conjunto de la comarca, así como el sector cinegético. También hay que apostar por una transformación radical en lo que son los procesos productivos asociados a la agricultura. Es necesaria una renovación profunda, acompañada de medidas de formación y asesoramiento.
P.- Adentrándonos en el Ayuntamiento de Terrinches, ¿cuál es su situación económica?
R.- Siempre hemos sido un ayuntamiento pequeño, pero muy inquieto. Recuerdo los buenos años y no era normal que un ayuntamiento de mil habitantes tuviera en 2001 con presupuestos de cuatro-cinco millones de euros. Éramos referentes en la provincia. Había mucha dinámica, mucho compromiso y trabajo. Ahora la situación es buena y sólo tenemos la carga del plan de pago a proveedores, al que debimos acogernos como consecuencia de los impagos en tiempo y forma del Gobierno Cospedal.
La cuenta general de 2016 se cerró con balance positivo y cumplimos con la norma del Ministerio en cuanto a estabilidad presupuestaria y techo de gasto.
P.- ¿Cuáles son los retos del Ayuntamiento de Terrinches?
Ahora nos estamos volcando en tres cuestiones fundamentales para combatir la despoblación y fijar población: poner en valor todo el patrimonio cultural y monumental de Terrinches, políticas sociales para garantizar los servicios básicos y, por último, desarrollar políticas de medio ambiente y agricultura.
P.- ¿Cómo trabaja para poner en valor el rico patrimonio del municipio?
R.- Terrinches cuenta con un importante patrimonio, la mayoría asociado a yacimientos arqueológicos. No es normal que un municipio tan pequeño tenga tres BIC, como el Centro de Interpretación de la Orden de Santiago, la ermita parroquial de Santo Domingo de Guzmán y la ermita de Luciana con un retablo renacentista precioso que poca gente conoce. Luego evidentemente está el Castillejo de Bonete, que nos está dando muchas alegrías. Es un yacimiento de la Edad de Bronce declarado Bien de Interés Cultural en 2014. Ahora hemos solicitado que sea integrado como parque arqueológico o yacimiento visitable.
También contamos con algo excepcional, como son las termas romanas de La Ontavia, que las hemos declarado bien de interés patrimonial y esperamos mucho más.
La apuesta es potenciar, conservar y promocionar el patrimonio cultural del municipio, como una forma de poder diversificar y crear actividad.
P.- ¿Cómo cree que se debería potenciar el turismo de Terrinches y comarca?
R.- Hay una cosa importante. El patrimonio del municipio es muy importante, pero entiendo que no somos autosuficientes. Todo el patrimonio de la comarca hay que ofrecerlo a touroperadores a través de paquetes integrales y definidos. En la comarca tenemos muchos recursos, muchos infravalorados, y tenemos que ponerlos en valor.
Por otro lado es importante que cuando el turista llegue al Campo de Montiel sepa qué va a ver, dónde va a comer… En este sentido la calidad de los servicios es fundamental. Hay que dar garantía en el servicio, buen alojamiento, comida atractiva, y ahí donde pecamos de infraestructuras.
Al respecto el Ministerio de Industria y Turismo reconoció el sistema de calidad turística de seis municipios de la provincia, entre ellos Terrinches. Ese marchamo de calidad también lo tenemos que poner en valor.
Además en el Pleno de este mayo queremos licitar la gestión del hotelito que tenemos al lado del Centro de Interpretación de la Orden de Santiago. Lo vamos a vincular al albergue juvenil y a la zona camping de San Isidro, como otro elemento para poder diversificar y aprovechar infraestructuras del municipio.
La realidad es que tenemos proyectos muy ambiciosos para un municipio tan pequeño.
P.- ¿Seguirá trabajando Terrinches en sus yacimientos?
R.- Seguimos apostando en ello. Somos de los poquitos pueblos de la región que mantuvimos viva nuestras excavaciones en periodo de crisis. Desde el 2000 se ha trabajado todos los años.
Para la próxima convocatoria de ayudas al patrimonio tenemos un proyecto de conservación y mantenimiento del patrimonio monumental de Terrinches y vamos a seguir con las campañas en el Castillejo de Bonete y La Ontavia. Estamos muy esperanzados.
En el Castillejo hay todavía mucho por descubrir. Solo se ha podido trabajar en 565 metros cuadrados. Hay una cueva fortificada que tiene pinturas que están en proceso de estudio… La verdad es que no sabemos el alcance del yacimiento. Sólo los corredores megalíticos, las tumbas y la estructura son elementos tan importantes para la investigación arqueológica que ya vale la pena todo lo que se está haciendo.
P.- Como ha dicho otro pilar importante es el área social, ¿cómo trabajan en ella?
R.- Nuestro reto es seguir garantizando los servicios básicos en un municipio del medio rural con muchos problemas como es Terrinches. Hemos abierto el comedor escolar, después de muchos años sin abrir, vamos a crear en breve una escuela infantil que va a dar cobertura a Terrinches y los municipios del entorno y también mantenemos los servicios de ludoteca.
Por otro lado tenemos un problema pendiente con la residencia de mayores que la tenemos cerrada y queremos abrirla.
En Terrinches nos preocupamos por los jóvenes. Incentivamos con 600 euros a los jóvenes que se hagan empresarios o autónomos y también incentivamos la natalidad, el transporte escolar y tenemos un sistema de becas.
Además tenemos una asignatura pendiente: un modulo de viviendas para jóvenes que no pudimos hacer por la crisis. Si hay demanda, ofertaremos el suelo a constructores a ver si hacemos posible ese proyecto.
También apostamos por políticas de incentivos hacia los empresarios que quieren instalarse en el polígono industrial. En un pueblo tan pequeño hemos tenido la valentía y el coraje de poder ordenar el territorio de manera adecuada y, de hecho, tenemos un polígono con el informe medioambiental acabado, de 45.000 metros cuadrados. Esperamos que este año ya esté el polígono totalmente cristalizado.
P.- El tercer pilar al que se refería era el medio ambiente y la agricultura.
En este apartado estamos haciendo programas experimentales en torno al almendro y al pistacho. También se están haciendo proyectos de reforestación, viendo qué cultivos se pueden adaptar al territorio, como plantas aromáticas. Luego tenemos un paraje, el de San Isidro, en el que hemos hecho distintas actuaciones con la Confederación del Guadalquivir. Es una zona recreativa bonita en la que queremos poner en marcha un centro de interpretación.
También en Terrinches fuimos pioneros en poner en marcha un banco de tierras y huertos sociales para gente que está necesitada. Ahora tenemos unas siete-ocho familias con su huerto.
Por otro lado también estamos trabajando también un proyecto ambicioso para que al menos el 65 % de la red de caminos esté totalmente consolidada.
También me gustaría recordar que Terrinches fue el primer municipio de España en obtener el certificado verde por su compromiso medioambiental con proyectos de reforestación y experimentación que están dando resultados muy buenos.
P.- Ha subrayado la incentivación a los jóvenes para evitar la despoblación. ¿Qué otras medidas impulsa para tratar de fijar la población?
R.- En diciembre firmamos un convenio con la Escuela de Organización Industrial por 200.000 euros orientado a garantizar la formación y empleabilidad de jóvenes. Hemos hecho un primer curso asociado a explotaciones agrícolas y empresas agroalimentarias que ha formado a 15 alumnos y hemos logrado que, a través incentivos fiscales, se contraten a nueve.
Ahora estamos con un segundo curso dedicado a restauración y mejora de alojamientos, para el que ya tenemos el compromiso de empresarios de la comarca para la oferta de prácticas y un contrato de seis meses.
Esta es la idea en la que tenemos que trabajar. Ese es nuestro espíritu y lo que nos alienta a ser un poco utópicos, inquietos y trabajar por nuestra gente.
P.- Por último, a modo de reflexión, ¿qué desea para el futuro de Terrinches?
R.- Suena a utopía, pero me gustaría que mis vecinos tuviesen las mismas oportunidades que hay en el medio urbano. Tal y como está la situación y con la inquietud que tenemos, trabajamos y peleamos todos los días con el objetivo de fijar población. Que se mantengan en torno a 750-800 habitantes y que la gente joven se pudiera quedar en el municipio, que funcionara el polígono industrial… con eso creo que sería suficiente.