Dos patrullas de la Guardia Civil, avisada previamente, acudieron al lugar de los hechos, sin poder hacer nada, como ellos mismo afirmaron.
La Asociación y los vecinos del barrio dicen sentirse indignada e impotente al ver como las casas son ocupadas de manera ilegal, mientras la población en general debe pagar sus hipotecas y comprar sus propiedades con esfuerzo
Los vecinos aseguran de que los propios “ocupas” negocian con las casas usurpadas realquilando la propiedad a otros y disponiendo de varias viviendas.
Desde la Asociación de Vecinos se pide a todos los propietarios particulares y entidades bancarias a controlar sus inmuebles y efectuar las denuncias oportunas.