Sonia Villena explica la mecánica de la campaña. “Vamos a estar desde las diez de la mañana a las diez de la noche. El Cliente que trae un juguete le damos un ticket para poder hacerse un tatuaje. Lo hacemos de la manera más rápida que no es posible, con el fin de atender a otras personas que llegan y así conseguir el máximo número de juguetes. Con la experiencia de años anteriores, creo que este año lo hemos organizado mucho mejor”.
La campaña tiene una segunda parte tal y como explica Villena. “Una vez que tenemos los juguetes llega el momento de repartirlos. Y aquí aparecen voluntarios de Cruz Roja que con su conocimiento de las familias más necesitadas de Tomelloso, se encargan de distribuirlos. Ellos llaman a las familias, éstas hacen cola en las puertas de Cruz Roja y dependiendo de la edad, de si es niño o niña, van repartiendo los juguetes. Intentamos que los juguetes no sean bélicos ni tampoco sexistas”.
En los pocos minutos que dura la entrevista observamos como llegan personas con juguetes. El montón de juguetes que aparece alcanza ya un volumen considerable, casi proporcional a la alegría que provocará en sus destinatarios.
