No todo ha sido calma al paso de este atípico frente de lluvias en julio por la provincia. En Los Cortijos los vecinos llegaron ayer a sentir pánico por una tormenta de granizo y lluvia que en cuestión de quince minutos destrozó olivares, huertas y frutales.
“En Los Cortijos de arriba [esta localidad está dividida en dos barrios] fue mortal”, asegura María Pilar Jiménez, dueña del bar Las Tinajas y testigo de una tormenta con una fuerza que no recuerda haber visto en su vida.
“Es que llovió de forma muy rara, en unas calles sí, y en otras no. Al principio cayó una buena de cinco minutos, luego un poco de agua, y luego agua y granizo, todo junto. Los granizos se podían coger a carretillas”.
Lo peor, en Los Cortijos de arriba
Todo esto entre las doce y mediadía y la una, confirma la alcaldesa Beatriz García. “Las calles se inundaron, en Los Cortijos de arriba creo que no ha quedado ni un frutal ni un olivar sano, y también ha habido desperfectos en tejados y en coches”. Y eso que apenas dos kilómetro separan los dos Cortijos.
“Desde luego aquí las previsiones se cumplieron”, subraya la alcaldesa. Sin datos oficiales la primer edil explica que en el pluviómetro de su casa se recogieron 20 litros por metro cuadrado.
Este sábado la edil se ha reunido con su equipo para ver la forma de solicitar algún tipo de ayuda “para que nuestros agricultores puedan sobrevivir este invierno”.