La urbanización de la calle Constitución, una promesa electoral del Equipo de Gobierno, acabará previsiblemente este año, después de que finalicen las obras de la tercera fase que se iniciará después de Semana Santa. El proyecto se hizo en tres fases para evitar ocasionar problemas ante los cortes de tráfico por las obras y por el tema de la financiación.
La inversión total en la urbanización de esta calle será de 850.000 euros. La primera fase (desde la Plaza San Marcos hasta la calle Salida de Los Llanos) supuso una inversión de 327.000 euros; el segundo tramo, desde la calle Salida de Los Llanos hasta la calle Bernardo de Balbuena, 316.000 euros; y la tercera fase, que va desde la calle Bernardo de Balbuena hasta la calle Cristo, supondrá cerca de 207.000 euros.
“Las dos primeras fases fueron financiadas prácticamente a través del Plan de Obras Municipal de 2016 y 2017 de la Diputación Provincial de Ciudad Real, que aportó 277.043 euros para la primera fase y 277.846 para la segunda. La tercera fase no va con cargo a la Diputación, sino que es un proyecto de obras que se realizará con parte del remanente del Ayuntamiento del 2016, con las denominadas Inversiones Financieramente Sostenibles”, ha explicado Manuel Martínez, teniente de alcalde de Obras y Urbanismo.
“Teníamos que tener aprobado el pliego de cláusulas administrativas antes de acabar el 2017. Las obras se han sacado a licitación y se han presentado 13 empresas. Estamos en proceso de adjudicación y se espera que las obras comiencen después de Semana Santa para que no interfieran en las procesiones. Así empezarán en abril y nos gustaría acabarlas para las Fiestas de la Vendimia y el Vino, aunque dependerá de si afectan las inclemencias meteorológicas y de la planificación para garantizar el acceso al Centro de Salud Valdepeñas I”.
Martínez ha destacado que en este tramo hay que tener en cuenta precisamente la afluencia de personas debido a que está el Centro de Salud Valdepeñas I. “Tenemos que ajustar el acceso al Centro de Salud y buscar alternativas para que no haya problemas. Una ventaja que tenemos es que la fase anterior incluyó el cruce con la calle Bernardo de Balbuena, por lo que no tendremos que tocarlo y tenemos más margen de maniobra para el tráfico”.
En cuanto al diseño, se seguirá la fisionomía de las anteriores fases y se incorporará un mobiliario similar (bancos, farolas de bajo consumo…). “La fisionomía de la calle es irregular, por lo que hay partes diferenciadas. Cuando la anchura lo permite, podemos introducir zonas verdes y árboles y más mobiliario urbano. En esta tercera fase meteremos mobiliario urbano, alcornoques, una zona verde y aparcamientos frente al Centro de Salud para ambulancias y vehículos adaptados”.
Además se actuará en la red de agua y saneamiento, se incorporará la instalación de aguas pluviales, se canalizarán las líneas de alta tensión (como la que irá desde la subestación de Valdepeñas al Polígono del Vino) y de telefonía y fibra óptica, se instalará el riego por goteo…
Martínez ha comentado que al empezar la obra, como cualquier otra, se suelen oír las quejas de la gente por los problemas que una obra conlleva. Al ver el resultado, la gente queda satisfecha. “La fisonomía es similar a la de la calle Seis de Junio. La conocida como la calle Ancha es la entrada principal a Valdepeñas de sur a norte y quedó muy bien. Pero al ir de norte a sur y pasar por la calle Constitución, el estado de la calle no era un tramo visualmente atractivo, sobre todo, para los visitantes. Ahora, los dos ejes principales de acceso a la ciudad se han modernizado”.