Natalia Salcedo, maestra Montessori, imparte este viernes una charla sobre “Los límites desde la Pedagogía Montessori” en el Centro de Juventud de Valdepeñas, en una actividad organizada por la Asociación Socio-Educativa “Luz del Jabalón”. Ha señalado que los límites deben ponerse a los niños desde la firmeza y el cariño. “Deben indicarse de manera firme para que los niños sepan qué es un límite, pero de forma amorosa”.
Salcedo ha explicado que el concepto de límite en la actualidad se asocia a una idea negativa porque puede venir acompañado de un castigo, pero indica que hay otra manera de poner límites. “A veces nos enfadamos y el niño asocia el límite a una emoción. Hay que poner límites sin esa emoción”.
Asimismo ha manifestado que “los límites son necesarios para el correcto desarrollo del ser humano en la sociedad”. Destaca que la sociedad tiene límites físicos, psíquicos y de relación con los demás y para vivir en sociedad hay que tener límites con el fin de poder relacionarse con los demás.
Indica que desde la perspectiva Montessori, hasta los 6 años los niños no consiguen el último estadio de obediencia, por lo que los primeros años los padres y cuidadores deben ser un modelo para los pequeños. “Como adultos deben ser un ejemplo y fijar unos límites que no deben trasgredirse. Debe haber coherencia y lo que el adulto hace, lo puede hacer el niño y lo que no puede hacer, el niño tampoco. Debe respetar la misma norma que quiere que siga en niño como un igual para que el pequeño también la respete”.
Natalia Salcedo ha manifestado que los primeros años se acompaña decir el límite con una acción, como apartar al niño de un enchufe, ya que las palabras solas no son suficientes.
También apunta que si durante los primeros años se establecen límites con cariño y respeto, el niño obedecerá porque sabe que es bueno para él y para la sociedad, no porque le vayan a castigar. Entiende que es lo mejor para todos.
Asimismo señala que hay que respetar el nivel evolutivo de cada niño.
Mientras los asistentes disfrutaban de la charla, sus hijos podían realizar actividades manipulativas Montessori en la sala contigua.