“Una de las cosas más agradables de la vida, es ver como se filtra el sol entre las hojas”
La vida está llena de pequeñas cosas agradables. Pequeñas pero grandes. Como mirar cada mañana la clasificación de la Segunda División y ver al FS Valdepeñas cuarto clasificado. Cuarto, pero en realidad segundo, porque los filiales no cuentan. Eso se debe a que Valdepeñas está viviendo un buen momento. En resultados, en juego y en confianza. Eso se debe a que ha logrado ser ante todo un equipo, donde cada jugador sabe qué papel tiene que interpretar y durante cuánto tiempo. Y así lo hacen. Salen, hacen lo que tienen que hacer y se sientan. Al final ganan todos. Al final Valdepeñas roza el ascenso directo.
La vida está llena de pequeñas cosas agradables. Pequeñas pero grandes. Como ver a Juanan titular en Lugo. Aunque en fútbol sala, lo de ser titular suele ser más anecdótico que otra cosa, ilusiona verlo. Ilusiona ver cómo está creciendo. Porque a Juanan ya no le aplauden por solo salir a la pista. Porque ha llegado a donde ya no basta salir para que te aplaudan. Ya no vale que de donde venía siempre marcase goles a granel. No vale que siempre haya jugado en categorías superiores a su edad. Ya no vale parecer un tímido adolescente jugador de ajedrez, en lugar de un pívot, al que poco le importa quién sea el cierre con el que tenga que “pegarse”, entre otras cosas, porque no lo conoce y tampoco quiere hacerlo. Ni basta con que cada intervención suya, oliera a un gol que nunca llegaba. Ha tenido que interiorizar que ante todo hay que defender. Ha tenido que trabajar y tener paciencia, mucha paciencia. Ahora le están llegando los resultados por goteo, hasta el punto de que ha sido convocado esta semana por la selección española sub-19. Pero su camino acaba de comenzar y todavía tiene más preguntas que respuestas. Ojalá no se tuerza. Está en buenas manos.
La vida está llena de pequeñas cosas agradables. Pequeñas y sencillas. Como llegar andando al pabellón la tarde que juega Valdepeñas. Tiene su encanto. En coche no tanto. Tiene algo de ritual. Este sábado el paseo será especial porque el rival, a partir de las 18:15 horas, es especial. El Barcelona B. Si ElPozo Murcia es un club distinto, la sección de fútbol sala del Barcelona es algo único. Más allá de la institución, más de lo material, lo que marca la diferencia es el trato al futbolista. En las categorías inferiores, antes que el deportista está la persona. Por eso el club se implica en la formación académica y se ocupa del desarrollo personal y emocional del jugador. Por eso el club tiene entrenadores y tutores, Jefe Deportivo y Jefe de Estudios. A los entrenadores del fútbol base no se les pide títulos, se les exige que sus jugadores, a final de temporada, estén preparados para subir de categoría, su puesto depende de eso. Porque el fin del fútbol base, donde el filial es el último peldaño, es crear jugadores profesionales. Profesionales en la pista y en la vida. Por eso, en sus banquillos no se grita. En ellos se “comunica sin chillar”. Por eso, la tarde de este sábado, Xavier Closas no lo hará. No porque no quiera ganar, sino porque en los banquillos del fútbol base se dedican a formar. En ellos predomina la conversación, el diálogo y el porqué de las cosas.
El filial del Barcelona lo forman un grupo de 15 adolescentes, con una edad media de 20 años. Unos pocos juveniles, y solo uno, el veterano, con 24 años. La mayoría ya han ganado algún que otro título con el club. Muchos fueron campeones de Segunda la temporada pasada. Los jugadores del filial entrenan los 5 días de la semana. Esa es su verdadera competición. Ellos lo saben. Jugar el fin de semana es un premio. Merecerá la pena fijarse en Oriol Santos, Xavi Cols, Nil Closas, Albert Cardona. Pero juegue quien juegue, disfrutaremos de su técnica, de la intensidad de su juego, de su presión, que para Valdepeñas, por momentos, será lo más parecido a respirar bajo el agua.
Barcelona B es el líder. Fuera lo ha ganado todo y apenas le han hecho goles. Pero tiene sus debilidades. Sufrieron en Puertollano. Perdieron en casa con Mengíbar y Manzanares. Para ganar deberán hacerlo muy bien. Porque los equipos que van al Virgen de la Cabeza van a sufrir y a jugar. Porque delante tendrán a los jugadores de Valdepeñas FS. Ellos ya son futbolistas. A ellos no les podrá la responsabilidad, ni los nervios. Ellos juegan cómodos en la locura, que por momentos se apodera de las tres gradas del Virgen de la Cabeza. Gradas capaces de sacudir el alma de quien dude. Capaces de debilitar al jugador al que le afecte el ambiente. A los jugadores de Valdepeñas “el miedo no les subirá a saltos por los brazos”. Ya han jugado muchos partidos como este. Y si tienen momentos de debilidad, que los tendrán, las más de mil personas que abarrotarán las gradas, no les dejarán solos. Nunca lo han hecho. Que todo salga bien y solo veamos fútbol sala.