Dicen los que saben, que el calentamiento es la rutina previa al ejercicio físico. Que busca preparar el cuerpo y la mente del deportista para rendir al máximo. Que aumenta su frecuencia cardiaca. Y también la respiratoria. Que fija la concentración. Aumenta la motivación. Ayuda a prevenir lesiones. Y algunas cosas más. Algunos aficionados tienen la costumbre, casi hecha ritual, de llegar al pabellón antes de que su equipo salga a calentar. Porque el público también necesita calentamiento. Preparar la mente. Aumentar la frecuencia cardiaca. Fijar la concentración. Aumentar la motivación. Porque llegar al pabellón momentos antes de que empiece el partido y sentarse en el asiento, es como tragar sin masticar. No se saborea. No se disfruta igual.
Este sábado Valdepeñas vuelve a jugar en casa. El rival es Tenerife Iberia Toscal. Será un poco más tarde de lo habitual. La hora en que su vuelo aterriza en Madrid, recomienda un leve retraso del partido. Mal haría Valdepeñas en hacer mucho caso a la posición que ocupa Tenerife. Mal haría en verle como el equipo que ocupa la última posición. Porque en Valdepeñas saben muy bien lo que son capaces de hacer equipos de la parte baja. Saben muy bien en lo pueden convertirse esa clase de partidos. El de hace apenas siete días, el de Noia es un buen ejemplo. Un partido controlado, que iba para tranquilo. Hasta por momentos demasiado tranquilo. Pero que al final acabó siendo angustioso. Pero hay más casos. En el Virgen de la Cabeza, todavía se recuerda al equipo de Zamora. Una fría mañana de invierno. Llegó colista. Poco más de un mes le quedaba en la competición, antes de ser expulsado. Fue un partido muy raro. Valdepeñas nunca estuvo a gusto. Algo no funcionó aquella mañana. Zamora estuvo muy cerca de llevarse un punto. También se recuerda a un Lugo antepenúltimo, el de Nacho Pedraza. El Virgen de la Cabeza llevaba 10 meses sin ver un partido perdido. Y Valdepeñas venía de una dura derrota en Gran Canaria. Necesitaba un respiro. Pero no lo hubo. La segunda parte fue para olvidar. Siempre con el marcador desfavorable. Siempre pendientes de, al menos, empatar. Valdepeñas perdió por un desgraciado gol en los últimos segundos. La tarde de Narón es más reciente. Aquella tarde dejó muy malas sensaciones. Otro colista que puso las cosas muy complicadas. Perdió, sí, porque su fútbol no les daba para mucho. Pero tampoco hubiera sido injusto que al final lograran empatar. Son solo ejemplos. Pero es bueno recordar el pasado para que no se repita.
Bukowski en La Carrera, hablaba de la decadencia a través de un viejo coche. “…queda detenido ante un semáforo en rojo. Como si el tiempo no importara. Y se te acerca un coche lleno de chavales, riéndose. Y los sigues con la mirada, hasta que alguien a tu espalda toca la bocina, y de repente te hace cobrar la conciencia de lo que te queda de vida”. Ese coche podría ser Tenerife. Porque Tenerife lleva toda la temporada parado. Ha pasado meses delante de un semáforo en rojo. Apenas camina. Pierde casi todos los partidos. Apenas logra empates. Solo ha ganado una vez. A Lugo, que no es mucho. Los equipos de playoff siempre le golearon. Tampoco ha ayudado lo sucedido con Óscar García Poveda, el entrenador. Porque puede tener cierta lógica, hasta puede venir bien, eso nunca se sabe, destituir al entrenador cuando el equipo solo ha sacado un empate en diez partidos. Pero restituirle a los seis días, y además, nombrarle director deportivo y confiarle la gestión del fútbol base del club, eso no parece tener mucha lógica.
Y no porque la validez de Óscar García sea sospechosa. Porque si uno no vale, no pasa de dirigir partidos en Nacional A a Segunda. Ni de Segunda a Primera. Porque si uno no vale, Suso Méndez no te da la oportunidad de que le realices informes técnicos sobre los rivales que el Gáldar iba a encontrar en Segunda. Porque si uno no tiene talento, no lleva a Elche a dos finales consecutivas de playoff de ascenso a Primera. Aunque luego las pierda. (Por cierto, en aquel Elche jugaba Manu García). Porque si no eres bueno en detectar el talento en los jóvenes futbolistas, Elche FS no te nombra director deportivo. Por eso, cuando Tenerife ascendió a Segunda, confió en él para mantener la categoría. La temporada pasada lo logró.
Está sábado merece la pena fijarse en el número 9 de Tenerife. Se llama Joseba Yenes. Juega de pívot y es de Baracaldo. Es zurdo y es el que marca los goles en su equipo. Seguramente, que Joseba Yenes juegue en Tenerife no sea casualidad. Podría hacerlo en cualquier otro equipo. Pero lo hace en Tenerife. Seguramente tenga mucho que ver que Joseba Yenes jugase en Zierbena FS, fuese campeón de su grupo de 2ªB, y ganase a Tenerife el playoff por el ascenso a Segunda. Luego Zierbena renunció. Eso hizo que quien ascendiera fuese Tenerife. Y fue entonces cuando se acordaron de Joseba Yenes. ¿Por qué? ¿Por qué cuando alguien te derrota y te causa mucho dolor, a veces, te acabas acordando de él? Bueno, ¿y por qué no? Algunas veces sucede. No hay que ir muy lejos. En Valdepeñas. Iván del Barrio, era parte del Brihuega que derrotó a Valdepeñas en el partido más triste y doloroso de la historia del club. Adrián Medrano marcó para Elche unos de los goles más dolorosos que nunca recibió Valdepeñas. Pero la historia entre Tenerife y Zierbena no se quedó en Joseba. Esta temporada Iberia Toscal ha fichado a Cristian Blanco. Juega de ala y de Bilbao. Casualmente jugó en el Zierbena que dejó a Tenerife sin ascenso. ¿Y por qué no?
Por muchas vueltas que le des a la clasificación. Por mucho que intentes sacar algo positivo de sus empates. Por mucho que intentes dar valor a su única victoria. Los números, lo que se dice los números de Tenerife Iberia Toscal esta temporada, no dan ningún argumento para imaginar una sorpresa en el Virgen de la Cabeza. Los números no. Pero tal vez, a Tenerife solo le quede “comparecer con la valentía propia, de quien niega su destino imposible de burlar”. Tal vez esa sea su única arma. Jugar para ganar, porque ya no tiene nada que perder. Por eso Valdepeñas FS, no debería fijarse en cuál es el escudo, ni la que camiseta que tiene delante. Solo debería fijarse en que su camiseta es azul. En que su escudo tiene un racimo de uvas con 5 balones. En que representan a un pueblo que vive pendiente de ellos. Y por eso, solo debería pensar en ganar. Solo ganar. Siempre ganar. Ojalá todo salga bien.