Javier Herrero/ Madrid, may (EFE).-
“La noche eterna. Los días no vividos”, el séptimo disco de los catalanes Love of Lesbian, se publica este martes rodeado de una expectación “que asusta”, según reconoce su líder, Santi Balmes, que afirma que, con este álbum, el grupo dirá adiós durante un tiempo a “las payasadas”.
Llegará tras una larguísima gira que les ha llevado por toda España, destapando su creciente poder de convocatoria en toda cita musical que se precie, y tres años después de la publicación del exitoso “1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)”.
“En los festivales pasábamos de tocar a las siete de la tarde a ir justo después de los guiris importantes. Eso ha influido en el disco de manera clara. Nos hemos pegado mucha caña musical y se ha reflejado en este álbum en cuanto a contundencia”, ha afirmado Balmes en una entrevista telefónica con Efe.
Forjados como “una banda de directo más que de estudio”, el cuarteto de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) se propuso como premisa que los nuevos temas, sin tratamiento previo, “tenían que probarse primero en el local de ensayo”.
“Ahora lo veo muy claro, antes intentábamos paliar ciertas carencias con humor”, reconoce Balmes, que avisa de que la actual solidez de Love of Lesbian como grupo supone que, “en los próximos seis meses”, van a intentar centrarse “en sonar a la altura de las circunstancias”.
“Luego podremos hacer el payaso, porque es algo que va con nosotros”, añade el cantante.
“Honestidad” es la marca de la casa, “al margen de modas imperantes”. Si, ante la crisis, la mayoría hace discos optimistas, Love of Lesbian lanzará ahora su disco más serio.
“No hemos dejado el humor aparte, pero en comparación con el resto de discos, la proporción es menor. Son dieciocho temas en los que gana la parte más seria, con cuatro puntos de fuga”, detalla.
Una variopinta galería de inquilinos, como una pareja de gatos y otra de ancianos, o “un tipo que tiene una emisora de radio como el de la serie DBC##1Doctor en AlaskaDBC##1”, habitan el edificio erigido a la soledad urbana que es “La noche eterna. Los días no vividos” (Warner), temática que ya abordaron en su anterior trabajo.
“El título hace referencia a la desubicación que hemos sufrido estos últimos años, a la desconexión con amigos de toda la vida, con la familia, a la dificultad que entraña combinar estas dos vidas”, enumera el artista.
También habla de los días que no han vivido pero querrían haber experimentado. “Y la noche eterna se puede interpretar desde un aspecto superlúdico o como una tristeza infinita”, añade.
Sabedor de que “el listón de emociones generadas con discos anteriores está muy alto”, confiesa que le “asusta” la expectación creada en torno al disco, aunque en recientes conciertos hayan detectado que el público está “muy receptivo”.
Saldrá a la calle en un momento en el que, opina, la música indie vive “uno de sus mejores momentos”.
“Se ha convertido en algo que un nuevo público, que es el que llena las salas, ha tomado casi como marca de su generación”, dice en alusión a los tiempos en los que los festivales no abundaban y la música indie era más “un fenómeno de críticos y gafapastas”.
Tras su aclamado paso por el último SOS 4.8 de Murcia, su próxima aparición importante será en el Día de la Música de Madrid, en la parte de arriba del cartel, junto a artistas como Maxïmo Park, Two Door Cinema Club, James Blake o, sus favoritos, Tindersticks y Metronomy.
“Madrid siempre nos supone un placer considerable, porque hasta que no empezamos a funcionar allí, no se esparció el fenómeno al resto de la Península”, comenta Balmes, que asegura que “el mejor disco de Love of Lesbian está por llegar”.
