Que Lanza es un periódico histórico no hace falta que se comente. Y que entre las páginas de más de 80 años de periodismo pegado a la vida de nuestros pueblos, comarcas y municipios hay de todo es una obviedad. Pues imaginen lo que supone encontrar una sandía de 40 kilos de peso y más de medio metro de diámetro. El acontecimiento fue tal que mereció un hueco en la portada del Lanza del 6 de septiembre de 1996.
Un hallazgo agrícola que merecía estar en portada
Ese viernes, Lanza recogía algunas noticias relevantes, como la presencia del embajador de Corea en España en el XII Rally de Alarcos, concentración de coches históricos que recorrió 27 pueblos de la provincia.

También destacaba la condena a pagar 40 millones de pesetas a un bar que dio de beber lavavajillas a un niño. Caso que daría para otra noticia como la que leen en estos momentos.
Aun así, el caso que nos ocupa, estaba aquel viernes del 96 en la página 16. En realidad se trataba de un breve teletipo firmado por la Agencia EFE y que ocupaba su lugar en la edición del día.

El texto de la noticia era claro y conciso: «Una sandía de 40 kilos de peso y algo más de medio metro de diámetro ha sido encontrada en un melonar de la pedanía alcazareña de Cinco Casas por el propietario de la finca, el tomellosero Augusto Espinosa».
Sandía digna de ser expuesta
En el texto publicado en la edición en papel de Lanza se podía seguir leyendo: «El descubrimiento de esta sandía se produjo el pasado lunes, según dijo a EFE el propietario del melonar, quien indicó que en este mismo paraje, conocido como «Cuarto Alto», ya se han dado en otras ocasiones frutos de hasta 25 kilos de peso», destacaba un agricultor que, por aquel entonces se mostraba orgulloso por el inusual hallazgo.
En el texto de la noticia del periódico también se añadía: «Espinosa aseguró que este «melón de agua», como también se conoce a las sandías en esta comarca, es uno de los mayores encontrados en los últimos años en la zona y actualmente está expuesto en los locales de la Cooperativa de Melones «Santiago Apostol» de Tomelloso».
Es decir, que aunque el gran tamaño de los melones y las sandías de la zona eran entonces algo habitual, se había considerado que este ejemplar de sandía, llegando a pesar hasta 40 kilos merecía ser expuesto al público.