La ciencia y la tecnología han estado presentes en la comunidad de Castilla-La Mancha de muy diferentes manera a lo largo de los siglos. Probablemente las instalaciones más antiguas son las de la minería que, en la mayor parte de los casos, eran extracciones cuyos beneficios se explotaban en otros lugares, Caso excepcional fue Almadén con sus minas de cinabrio y una tecnología cambiante a lo largo de siglos reconocida hoy en día como patrimonio de la humanidad. Y junto a estas instalaciones los ingenios hidráulicos: molinos harineros, batanes, molinos de papel… Y los ingenios que utilizan la energía del aire, los molinos convertidos en iconos del territorio. Instalaciones que durante siglos utilizaban las energías renovables de que disponían: el aire y el agua.
La Ilustración
La llegada de la Ilustración tuvo importantes consecuencias para nuestro territorio con la presencia de las Reales Fábricas en diferentes lugares de su geografía. La nueva monarquía quiere aplicar el modelo ilustrado propiciando el desarrollo industrial que, en Castilla-La Mancha, lleva a la implantación de cinco Reales Fábricas: la de Metales de San Juan, la Fábrica de Paños de Brihuega, la Real Fábrica de Tejidos de Seda de Talavera y la Real Fábrica de Espadas de Toledo. Fábricas que tienen una especial relación con el territorio, por sus dimensiones, su significación regia y por la voluntad de definir una nueva relación con las ciudades próximas. Ahora la instalación industrial quiere hacer notable su presencia como modelo de un nuevo desarrollo impulsado por el poder real que quiere modificar la forma de trabajo y la imagen del país. Instalaciones que han permanecido especialmente como arquitecturas históricas rehabilitadas. El caso especial de Toledo con la Fábrica de Armas convertida en campus universitario es un buen testimonio de la actividad industrial de este momento.
El siglo XX
Cuando la editorial Almud publicaba el libro ‘Educación, Ciencia y Cultura en España: Auge y colapso (1907-1940)’ que recogía las biografías de personas de Castilla-La Mancha que habían sido pensionados por la Junta de Ampliación de Estudios aparecían cerca de doscientos nombres de diferentes ramas del conocimiento que habían tenido la oportunidad de disfrutar de estas ayudas. Unos comienzos de siglo difíciles, pero en los que personas individuales continúan desarrollando sus estudios y sus investigaciones en campos diversos como la medicina, la ingeniería o las ciencias de la naturaleza.
Un momento de difícil desarrollo para la región con una estructura agrícola que era la base de su economía y empleo y que necesitará décadas para ir entrando en una modernización que llegará de la mano de la renovación agrícola y de los sectores energéticos.
La investigación y la UCLM
La implantación de la Universidad de Castilla-La Mancha ha permitido la constitución y el desarrollo de diferentes centros de investigación. Grupos de investigadores que han conseguido recurso de proyectos nacionales e internacionales, fondos europeos que han permitido la construcción de edificios destinados a la investigación de diferentes áreas han ido conformando en los diferentes campos de la Universidad una red de investigación esencial para la región. Centros como el Instituto de Energías Renovables o el I3A de Informática de Albacete, el Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada (IRICA) o el Instituto de Tecnología Química y Medioambiental de Ciudad Real, el Instituto de Tecnología, Construcción y Telecomunicaciones de Cuenca o el de Nanociencia, Nanotecnología y Materiales Moleculares de Toledo son muestras de esta implantación y desarrollo. 33 centros según el listado de la Universidad a los que se añaden dos centros mixtos.
El libro Ciencia y tecnología hace un recorrido detallado por estos centros con descripciones de los responsables de los mismos explicando su contenido y su actividad. Habría sido buena también una referencia a los contenedores, a su arquitectura y a los autores de estas. Un recorrido que da una idea del impulso investigador que supone la Universidad para esta región, la presencia en proyectos nacionales y europeos, las publicaciones en medios con impacto reconocido y la situación, poco a poco, en los niveles internacionales que debemos tener.
Proyectos de la industria y la investigación
En Castilla-La Mancha se ha producido un impulso importante en materia de industrialización desde mediados del siglo pasado con ejemplos e instalaciones singulares. Históricamente la instalación más singular es el Complejo de Puertollano que partiendo de la destilación de las pizarras se ha convertido en una ciudad industrial de primera importancia en diferentes áreas. La industria agroalimentaria tiene una importancia especial en nuestra región con más de 400 bodegas con instalaciones de primer nivel en muchas de ellas. Y junto a la producción vitivinícola las industrias asociadas a este proceso como Alvinesa con la producción de tartratos.
El sector energético que tiene muestras importantes en las instalaciones de presas y centrales hidroeléctricas tiene, en la actualidad, importantes centros de producción de energías renovables sean solares en sus diferentes tecnologías o de aerogeneradores. Junto a los centros de producción, las industrias de construcción de elementos que las sustentan como Vestas con construcción de aerogeneradores en Daimiel. Instalaciones relacionadas con la energía solar fotovoltaica y térmica que han experimentado los vaivenes del sector de la construcción con el que tienen intensa relación. Centros de investigación como el ISFOC de Puertollano con sus estudios sobre concentración y un excelente edificio que le sirve de base. Sectores punteros en la investigación de las comunicaciones como el grupo Tecnobit Oesía en Valdepeñas.
El libro Ciencia y Técnica en Castilla-La Mancha. Diccionario biográfico (nombres y hechos) publicado por Almud y coordinado por Enrique Diaz Barra y Alfonso González Calero es un acercamiento importante a esta realidad de nuestra región. Referencias a personas destacadas en ámbitos científicos o técnicos, instalaciones industriales históricas y actuales conforman las 320 entradas redactadas por numerosas personas que han colaborado en este proceso colectivo. Biografías de personas que han desarrollado un trabajo importante en este sector junto a instituciones e instalaciones que han sido importantes en el mismo. Un acceso a la riqueza cultural que la ciencia y tecnología hacen presentes en Castilla-La Mancha ahora accesible gracias a este Diccionario biográfico.
