La Geología estudia el origen, formación y evolución de la Tierra, los materiales que la componen y su estructura. Y para ello analiza las características del subsuelo o de la corteza terrestre de una zona o de un territorio. Un recorrido detallado por el territorio permite ir analizando los elementos que aparecen en la superficie, sus características de composición la forma en la que se sitúan en el territorio y, a partir de ahí, se levantan los mapas geológicos que explican cada uno de esos espacios. Espacios que ocupan grandes superficies como puede ser el ámbito de una provincia y, sobre todo, se refieren a tiempos de millones de años.
El volcanismo elemento singular de la provincia de Ciudad Real
La región volcánica del campo de Calatrava se sitúa en el centro de la provincia de Ciudad Real en un paisaje de amplias cuencas de sedimentación terciaria encuadradas por sierras paleozoicas rotas por importantes fracturas de diferentes orogenias. En los procesos de levantamiento de las cordilleras Béticas se produjeron procesos de ascenso magmático que encontraban en las numerosas fracturas de las sierras cuarcíticas espacios aptos para aflorar.
Llegan a aparecer 35 edificios volcánicos en una superficie de unos 5.000 kilómetros cuadrados y un diámetro medio de 80 Kilómetros de longitud de Este a Oeste y de Norte a Sur. Y así se define un amplio territorio que, en referencia a los primeros estudios de Hernández Pacheco o Ancoechea lo llamaron región volcánica central de España. Una zona delimitada al norte por los montes de Toledo, al Oeste por los montes y rañas donde discurren los ríos Guadiana y Bullaque (Montes de Ciudad Real) y al sur por el valle de Alcudia. Investigadores como López Ruiz, Vegas y Rincón explican este proceso como consecuencia de la debilidad de la corteza terrestre en el centro de la provincia de Ciudad Real como resultado de los empujes de la Cordilleras Béticas sobre el centro peninsular. Las teorías de Vegas y Rincón consideran los empujes de las cordilleras Bética e Ibérica sobre el centro peninsular con nuevas fallas y la activación de las antiguas que permiten la ascensión del magma en esta zona central.
Procesos eruptivos que se desarrollan en diferentes tiempos y los expertos hablan de tres etapas diferenciadas. La primera de ellas comenzaría en el Mioceno superior y llega hasta el Plioceno inferior (entre 7.000 y 5.000 millones de años). La segunda entre el Plioceno inferior y el superior (entre 5.000 y 3.000 millones de años) y la tercera se desarrolló en torno al Villafranquiense inferior y medio que ya nos acercan al Cuaternario.
Manifestaciones eruptivas
Los expertos denominan las manifestaciones eruptivas como de volcanismo monogénico y policíclico. Dos grandes tipos de erupciones: las magmáticas (efusiva y estrombolianas) y las hidromagmáticas (freáticas y freatomagmáticas). Las erupciones efusivas son de baja explosividad y se producen abundantes coladas de lava con fuentes en el interior de la boca del cráter con el desarrollo de depósitos de escorias soldadas. Estas escorias pueden formar pequeños edificios volcánicos o coneletes de escorias. Dentro de los erupciones magmáticas están también las estrombolianas de carácter explosivo. La explosión expulsa trozos de lava que se acumulan en torno al carácter formando edificios cónicos.
Un segundo grupo muy importante son las erupciones hidromagmáticas de carácter explosivo y en las que el agua tiene un papel esencial. Los cráteres hidromagmáticos de la región volcánica del Campo de Calatrava son únicos en la Península Ibérica e incluso en el volcanismo de la Europa Occidental. La publicación del libro; Ciudad Real, Magma y Agua de Estela Escobar, Rafael Becerra, Rafael Ubaldo y Elena González Cárdenas nos acerca a esta realidad y detalla las manifestaciones existentes en el municipio de Ciudad Real. En el entorno de Ciudad Real y en un radio de 5 Kilómetros 6 conos volcánicos de medianas dimensiones: Cabezamesada, Cabeza del Palo, Cabezo de la Plata y Sancho Rey, Cabezo del Hierro y Fuente del Arzollar.
La importancia cuantitativa y cualitativa de estas manifestaciones en el campo de Calatrava hace necesario una consideración desde el planteamiento del patrimonio natural de nuestra provincia. Recuso esencial cultural como identificación de un territorio y recurso a sumar dentro del conjunto de valores patrimoniales de la zona. Y recurso en el que quiere avanzar la definición de Geoparque Mundial de la UNESCO.
Magma y agua
En 1880 Cortázar y Larrubia reconocía la presencia de materiales volcánicos que son el resultado de la interacción entre el magma y el agua. Años después, en 1932, Francisco Hernández Pacheco relacionará la presencia de varias lagunas en el campo de Calatrava con la actividad volcánica con cuatro posibles procesos genéticos: Lagunas en antiguos conos de piroclastos (como la Posadilla), hundimientos del momento de la erupción ( laguna Blanca de Argamasilla), la obstrucción del drenaje de arroyos (laguna de Peñarroya) y lagunas craterianas. En 1983 Eumenio Ancoechea realiza un estudio detallado de los maares del campo de Calatrava identificando 46 lagunas y depresiones.
En este apartado como en otros muchos el libro abundante documentación gráfica de fotografías, esquemas, columnas estratigráficas y dibujos explicativos que ayudan a entender los procesos y sus resultados. Una aproximación a la región volcánica del Campos de Calatrava que aúna el rigor científico con la voluntad divulgadora para que todos entendamos y valoremos la importancia de esta realidad territorial.
Ciudad Real magma y agua
La publicación cuenta con el aval científico del grupo Geovol que encabeza Maria Elena González Cárdenas de la Universidad de Castilla-La Mancha. Las numerosas publicaciones, en medios científicos de impacto avalan una trayectoria investigadora de décadas. Ahora, en un esfuerzo de acercamiento a todos, nos presentan sus conocimientos en este libro de excelente edición de Serendipia con el esfuerzo de José Luis y Yolanda en el diseño y maquetación de sus contenidos para hacer que el resultado final sea de primera calidad.
Los volcanes están presentes en nuestra vida en la provincia de Ciudad Real, son partes esenciales de nuestro paisaje, han sido elementos importantes en la economía de las explotaciones de materiales, de instalaciones como balnearios y espacios de recuperación de la salud y son elementos de nuestras arquitecturas y espacios urbanos. Por ello es especialmente saludable entender su génesis, aprender de la importancia de este recurso geológico para el conjunto del patrimonio provincial.