La arquitectura de Fisac sigue una trayectoria que marca etapas muy diferenciadas que transcurren en paralelo con su evolución personal. Una obra que se desarrolla dentro de las condiciones sociales, políticas y religiosas del país que van experimentando cambios muy significativos en las diferentes décadas.
El proyecto de arquitectura
Cuando en 1997 el Ministerio organizaba una exposición sobre su obra, su mayor interés se centraba en explicar su proceso de proyecto, cómo llegaba a la solución de cada una de sus obras. Y decía: “En el año 1949, después de obtener, en unos edificios anteriormente realizados, unos resultados que no me terminaron de convencer, y después de analizar “in situ” edificios emblemáticos de los grandes Maestros del Movimiento Moderno ensayé al proyectar el prescindir de buscar formas previas y seguir, paso a paso, el desarrollo lógico del proyecto, no a intuir una forma más o menos relacionada con Arquitecturas que me fueran conocidas y que me gustaban sino, a la inversa, a iniciar con la mente en blanco de formalismos recordados, el itinerario del proyecto a realizar, y haciéndome por orden estas preguntas. 1º ¿Para qué? Estudiando, con la mayor autenticidad posible, los espacios requeridos en el PROGRAMA, y enlazándolos en un claro organigrama. 2º ¿Dónde? Teniendo muy presentes las imposiciones del lugar de emplazamiento y las otras circunstancias locales (un factor despreciado por el Movimiento Moderno). 3º ¿Cómo? Buscando a continuación, como técnico, la solución estructural y los materiales más convenientes.
El resultado formal obtenido, y no previsto, me posibilitaba, con pequeñas variaciones, llegar a un no se qué, como solución del proyecto final, que con pequeños ajustes se acercara a lo que mi sensibilidad estética me inducía a pensar que podría tener cierta belleza. A mí, este itinerario que he seguido durante cerca de cincuenta años me ha resultado útil y apasionante. Cuento, lo que ha sido mi actitud personal, ante un proyecto, sin ninguna clase de jactancia, por si pudiera serle aprovechable a alguno de los que ahora empiezan su andadura profesional”.
Proyectos de equipamiento en Ciudad Real
En la provincia de Ciudad Real, realizó equipamientos, viviendas y en su última etapa diferentes proyectos de restauración. Un conjunto de 38 proyectos, algunos realizados y otros simplemente esbozados, que dejan constancia de muchas de sus líneas de trabajo en sus contenidos y en sus formas de abordarlo.
Los principales edificios de equipamiento que proyecta se localizan en la década de los cincuenta, desde el Instituto Laboral de Daimiel de 1951 al anteproyecto de Museo provincial de 1959. En décadas posteriores las pequeñas actuaciones religiosas de Calzada y Almagro y los anteproyectos del ayuntamiento de Bolaños o del edificio para la Confederación Hidrográfica. Interesado por implantar en España las experiencias alemanas en formación profesional, Miguel Fisac solicitó, en 1949, al entonces Ministro de Educación José Ibáñez Martín, la construcción, en Daimiel, de un Instituto laboral, que habría de ser el primero de una serie de edificios de igual finalidad, pues antes de que concluyeran las obras de éste en 1953, ya había en marcha otros dos en Hellín y Almendralejo. El hecho de poder proyectar una obra en su pueblo natal plantea un reto importante a Fisac. En estos momentos va a realizar dos viajes fundamentales en su pensamiento arquitectónico: el que hizo a los países nórdicos en 1949 y el de Japón en 1951 lo que abre sus perspectivas de proyecto. Miguel reconoce a este instituto como su primera creación genuina y de corte orgánico, en la que por fin puede aplicar los principios básicos en los que asentará su futura producción arquitectónica.
Lo residencial y la arquitectura popular
En el campo de lo residencial su actividad se extiende desde 1958, año en que proyecta la casa para José y Aurora Pozuelo en Daimiel, hasta el proyecto de las viviendas de la Granja en Ciudad Real, realizado en 1985 con algún anteproyecto de años posteriores. Probablemente lo más específico de la obra de Fisac en la provincia sea su trabajo como restaurador que tiene sólo actuaciones puntuales de pequeña envergadura fuera de esta provincia y que se concentra en la década de los ochenta. En 1978 proyectó el edificio de viviendas en el Parterre de Daimiel que presenta en sus fachadas el uso masivo del hormigón con encofrados flexibles. Una experiencia que repetirá en la fachada de su casa en Almagro en 1978 done ha rehabilitado una antigua construcción en la que introduce en su fachada este elemento de modernidad. En 1985 realizó el proyecto de 294 viviendas de promoción pública en La Granja (Ciudad Real) con una interesante ordenación urbana.
En 1985 el Instituto de Estudios Manchegos publicaba el texto de Miguel Fisac “Arquitectura popular manchega” y en ese escrito decía: “Arquitectura popular es la arquitectura que hace el pueblo. Con mayor rigor se podría decir que es la arquitectura que hacen el pueblo y el tiempo. En 1953, realizó el proyecto del Pabellón de Ciudad Real en la Feria del Campo de Madrid y en 1955 el mercado de Daimiel.
La Casa de Cultura de Ciudad Real. 1957
La “Casa de Cultura” de Ciudad Real según Fisac “tiene un excesivo formalismo popular manchego, con sus muros de tapial ciegos que pudieran tener justificación por la vecindad de unas típicas y auténticas viviendas populares”. Sin embargo, la imagen del frente del edificio obedece a planteamientos renovados de una arquitectura más próxima a lo racional. Un edificio que espera pacientemente una rehabilitación que recupere sus valores originales, eliminando trasformaciones que se han realizado en décadas posteriores.
El Instituto Laboral de Daimiel, el mercado de Daimiel y la Casa de Cultura de Ciudad Real son exponentes de los caminos que Fisac está siguiendo en la arquitectura. Fisac ha iniciado una trayectoria como un arquitecto organicista, enemigo de lo racionalista, lo que no fue siempre cierto, verdaderamente, como su obra se encargaría de demostrar. En 1958 realiza un proyecto especialmente interesante como es el Instituto de segunda enseñanza en Valdepeñas.
Miguel Fisac tiene una importante presencia en la provincia de Ciudad Real con proyectos de diferente interés y envergadura, pero representativos de su actividad, de las diferentes formas de abordar los proyectos a lo largo del tiempo. El Colegio de Arquitectos decidió en su momento adquirir el legado del arquitecto que se conserva en el edificio de la Demarcación de Ciudad Real, con un trabajo de años de ordenación y catalogación que permite poner a disposición de investigadores y estudiosos la obra del arquitecto. Y junto a ello una serie de publicaciones va dando a conocer su obra como las realizadas sobre Fotografías, Mobiliario o los Espacios religiosos. Sería bueno también que el aprecio por su obra estuviera presente en la provincia conservando y manteniendo vivos algunos de los edificios representativos de su trayectoria como los existentes en Daimiel o la Casa de Cultura de Ciudad Real.