El año 1991 la Consejería de Cultura (en aquellos tiempos había estas cosas) publicaba el Teatro Completo de Francisco Nieva. Una obra dirigida y coordinada por Jesús Martín que, en dos volúmenes presentaba la obra teatral de Francisco Nieva. Dos volúmenes con una caja que los une, diseñados por Alberto Corazón. El libro sigue siendo un alegato frente a la edición digital de las propiedades del papel que no tiene el otro soporte. Dos volúmenes de pasta dura con una encuadernación en tela de color salmón uno de ellos y azul el otro con el revestimiento de la caja en color gris. Incluso la textura del papel y su formato son una demostración de una edición excelente.
Jesús Martín presentaba así la obra: “Si alguno buscaba un libro en el que encontrar sentido a la contradicción, invención al realismo, metáfora a la vida, hipérbole a la prosa y cuantas recuas es capaz de crear la literatura por mor de la imaginación, enhorabuena. Aquí tiene el lector un buen frasco de ilusiones con el que enjuagarse el paladar de la memoria; y asombrarse con la coquetería y truculencia de una escritura, donde lo real es ficción, y el envés de la verdad no es la mentira, sino vida hecha teatro que se vende en un marco como verdad del revés”. A partir de ahí Jesús analizaba el índice del libro y el orden de las obras recogidas en la publicación: Teatro inicial, Reóperas, Teatro furioso, Teatro de farsa y calamidad, Tres versiones libres y una obra de Teatro didáctico. La séptima parte todo el teatro en clave de brevedad.
Al final del primer volumen se recoge lo que se denomina Memoria Gráfica con una serie de dibujos y anotaciones: anotaciones de personajes y ambientes y proyectos escenográficos. Porque si su imaginación desbordante creó una obra literaria singular, su actividad como escenógrafo es especialmente atractiva. Proyectos sugerentes de escenografías, vestuarios y bocetos de propuestas de todo tipo. Escenografías para Ionesco, Bernard Shaw, Arthur Miller, Calderón, Tirso o Weiss.
Francisco Morales Nieva había nacido en Valdepeñas en 1924, fue Académico de la Real Academia Española, Premio Nacional de Teatro, Premio Nacional de Literatura en el área de Literatura Dramática, premio Corral de Comedias de Almagro en 2010 y Premio Príncipe de Asturias en 1992. A su muerte nos deja testimonios importantes en una obra dramática especial y en una actividad teatral de primera importancia. Su obra teatral publicada ya hace veinticinco años es un buen material para mantener viva su memoria y conocer su exuberante personalidad.