Es elemento esencial de la definición del territorio, se conforma en periodos de tiempo de millones de años, tiene procesos y desarrollos que deben estudiarse de forma detallada, con formaciones tanto en superficie como en profundidad y es una realidad sobre la que se articulan un conjunto de actividades.
Geoparque de Volcanes de Calatrava
Desde hace años, la Diputación presidida por José Manuel Caballero asumió la responsabilidad de promover las acciones necesarias para conseguir que la geología del amplio territorio del Campo de Calatrava recibiese el respaldo de la UNESCO con la calificación de geoparque. Para ello la propia Diputación provincial asumió con su equipo técnico al frente del cual estaban Alfonso Martin Grande y Conchi Labrador todo el desarrollo necesario.
Para ello era necesaria la colaboración de profesionales de diferentes ámbitos, especialmente de la geología que era el elemento central de la declaración perseguida, de alcaldes y responsables de numerosos municipios y de profesionales de la cultura de muy diferentes ámbitos, restauración, enología…
Ahora que llega la declaración por parte de la UNESCO Miguel Ángel Valverde es el presidente de la Diputación, y es bueno que cada uno reconozca los valores positivos de anteriores corporaciones con el valor de la razón por encima de ideas de partido y con la generosidad que es bueno que esté presente en la vida común. Un geoparque que forma parte de las 213 áreas que, en el mundo, en 48 países, forman parte de esta valoración. Es una excelente noticia que los volcanes de Calatrava formen parte de esta relación mundial.
La Declaración del Geoparque global de los volcanes de Calatrava
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura confirma el valor del geoparque de Ciudad Real, que comprende 40 municipios de la provincia y 500 millones de años de historia geológica, con manifestaciones y procesos de diferente importancia. “El Geoparque Mundial de la UNESCO de Ciudad Real está situado en el suroeste de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, en el centro de España. El territorio del geoparque ofrece un hilo cronológico de episodios volcánicos distintivos que definen el paisaje”.
Y la declaración señala esencialmente tres referentes. El primero de ello es de las minas de Almadén. “El geoparque alberga el yacimiento minero de mercurio más prolífico del mundo, que se extrae desde hace más de 2.500 años”, señala. Es la única mina de mercurio explotada desde la época romana a la actualidad. La fuerte presencia de mercurio se debe a una erupción volcánica submarina de Surtsey que ocurrió hace 420 millones de años. Almadén ya ha sido declarado patrimonio de la humanidad incidiendo sobre todo en la importancia del mercurio en el desarrollo comercial y cultural especialmente con nuestras relaciones con países de América. Ahora el acento se pone en la realidad básica de este proceso: la mina,
Puertollano y la paleobotánica
El segundo elemento que destaca la declaración es la zona de Puertollano.
“La zona de Puertollano del geoparque ha sido denominada la Pompeya Paleobotánica del planeta, por sus excepcionales fósiles vegetales y animales conservados tras una gran erupción volcánica ocurrida hace 300 millones de años. Finalmente, comenzó un nuevo pulso volcánico (hace aproximadamente 7,4 a 0,7 millones de años) que resultó en la creación de una multitud de edificios estrombolianos e hidromagmáticos, lo que convirtió la zona en una gran ayuda para la investigación planetaria y astrobiológica gracias a sus similitudes con los paisajes de Marte”.
La Paleontología es una ciencia que estudia la presencia de fósiles en el suelo. Restos que se han consolidado en los momentos de formación de esos espacios y que son excelentes relojes para la datación geológica. Una ciencia que tiene procesos específicos de trabajo y resultados importantes para la geología. Puertollano en su cuenca carbonífera es un tesoro patrimonial en la presencia de fósiles vegetales y animales.
El medio volcánico
El tercer párrafo de la declaración de la UNESCO dice: “La relación entre el hombre y el medio ígneo volcánico ha sido directa y dependiente: los recursos socioeconómicos básicos estaban subordinados a la fertilidad de sus suelos volcánicos, a las cualidades constructivas de sus rocas volcánicas y a la riqueza minera de su subsuelo. El geoparque también abarca paisajes mencionados en la novela Don Quijote de Cervantes”.
Delimitado por el conjunto de volcanes de las Navas de Malagón al norte, el volcán del Alhorín en Solana del Pino al sur, la Mesnera de Moral de Calatrava al este y los Castillejos de La Bienvenida en el Valle de Alcudia al oeste, el geoparque incluye 350 edificios volcánicos en un radio de 5.000 metros cuadrados en la provincia. En el Campo de Calatrava existen evidencias de volcanismo desde hace 7,5 millones de años. De esta fecha es el Morrón de Villamayor, el volcán más antiguo de la provincia de Ciudad Real. La datación más joven, de 5.000 años, lo que significa de hablar de un volcanismo activo, la dieron los moldes vegetales del Columba en Granátula.
El periodo de mayor intensidad fue “entre los 3 millones y los 700.000 años”, según señala el grupo de investigación Geovol de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que forma parte del comité científico que está detrás del proyecto. En esta región, que cuenta con el conjunto de lagunas volcánicas más grande de toda Europa, se pueden observar dinámicas eruptivas hawaianas, estrombolianas e hidro magmáticas, y cómo la población se ha relacionado a lo largo de la historia con los materiales que vertieron los volcanes en el pasado.
Un apartado que reconoce la peculiaridad geográfica que los volcanes han definido en este territorio. Y de forma especial hace referencia una realidad de contenidos del paisaje. El paisaje tiene una base geográfica, pero es algo más que eso, es una realidad cultural creada y percibida por el hombre. Y es esa realidad cultural la que podemos y debemos proteger.
Leyes del patrimonio y del paisaje
La declaración del Geoparque pone sobre la mesas dos aspectos legales importantes. El primero de ellos es el referido al paisaje. Hace años la Junta de Comunidades elaboró un borrador de Ley del Paisaje, en mi opinión malo, que concebía el paisaje como un aspecto visual de la geografía olvidando aspectos esenciales del mismo. El Convenio europeo de paisaje firmado en Florencia el año 2000 establece unas buenas bases para el desarrollo de la ley autonómica, que otras comunidades ya han elaborado. Sería una marco esencial para esas propuestas de paisaje del viñedo o del olivar que el presidente de Castilla-La Mancha hacía en su reunión para la declaración del geoparque.
Y junto a ello, la necesaria revisión de la Ley del Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha, una ley con carencias esenciales. En su momento se hicieron propuestas para incluir aspectos como el patrimonio industrial, el geológico y paleontológico, el inmaterial o el del paisaje con sus características peculiares en espacios como conjuntos históricos o yacimientos arqueológicos. Sería bueno replantear algunos de estos elementos en el desarrollo de las leyes de nuestra comunidad autónoma.
