La comunicación de Ciudad Real con Miguelturra, es un tema importante en muchos aspectos. Sería bueno coordinar servicios, establecer prioridades en ofertas similares sea de suelo comercial, industrial o de cualquier tipo, definir coordinaciones para servicios de personas que viven en uno de los municipios y trabajan en otro, etc. Hay numerosos e importantes proyectos conjuntos que mejorarían con una buena coordinación y comunicación que durante años no ha existido.
Uno de estos aspectos es la comunicación entre ambos municipios sea con vehículo, andando o en bicicleta. Problema que forma parte del conjunto de relaciones entre ambos municipios en un nivel de importancia determinado y que es bueno abordar en ese contexto de importancia e interés para ambos municipios. Sería bueno establecer entre las múltiples necesidades de comunicación y coordinación entre ambos municipios la importancia de la comunicación en bicicleta o peatonal para situar el problema en su justa medida como primera actuación para entender el sentido del problema planteado. Hace ya tiempo publicaba un artículo en este periódico enunciando posibles alternativas (http://www.diegoperis.com/el-problema-y-sus-soluciones-la-pasarela/)
Soluciones múltiples a un problema.
El trazado de la autovía supone una barrera importante entre Ciudad Real y Miguelturra que no tuvo en cuenta la relación de las dos ciudades cuando se diseñó y construyó. Pero la realidad está ahí como barrera importante de separación a la vez que como elemento que presenta un nudo de comunicaciones fundamentales para la ciudad, desde otras perspectivas, también importantes a considerar. Una comunicación que mejora notablemente nuestra relación con otros municipios de la provincia y abre caminos a comunicaciones nacionales importantes.
La denominada “pasarela” plantea un salto de la autovía en una posición inferior a la del nudo de la misma siguiendo la zona de viviendas existente en el margen de la carretera Ciudad Real- Miguelturra. Una solución que quiere plantear un recorrido que continúa de alguna manera, en paralelo, el actual trazado de la carretera en su linealidad. La necesidad de salvar la altura de la autovía con gálibos como los exigidos en una autovía nos llevaría a un trazado de más de 150 metros de longitud con alturas respetables en su punto central. Una infraestructura que necesita un diseño adecuado para salvar las importantes luces que debe tener, ofrecer unas condiciones de seguridad a los ciclistas y peatones y generar un impacto nuevo en esa zona de por sí conflictiva en sus trazados de comunicaciones. Una infraestructura que tiene un importante coste económico y necesitará unas condiciones de seguridad para garantizar el uso que puede tener en su momento y que tiene otros elementos que salvar a su llegada al otro lado de la autovía. Una solución que parece haberse planteado de antemano como la solución del problema y que los técnicos de la comisión creada al efecto han estudiado.
Las pasarelas son elementos que tienen un claro impacto medioambiental, que tienen costes importantes y que dado el uso limitado que tienen, presentan problemas importantes de conservación y seguridad, elementos a considerar para el futuro de una infraestructura de estas características. Y por otra parte la llegada de la pasarela en el punto indicado en el lado de Miguelturra se realiza en una localización problemática.
Desde otros ámbitos se ha estudiado la posibilidad de crear pasos que convivirían con el nudo existente en la autovía para permitir el paso de bicicletas. Una segunda opción a estudiar que tiene elementos complejos y problemas legales importantes. Una solución compleja técnicamente que requiere coordinaciones administrativas y una complejidad añadida en el nudo ya existente y de por sí especialmente conflictivo.
La pasarela existente. La tercera vía.
Existe una tercera solución posible que es la utilización de la vía existente en la parte posterior de la estación del AVE que llega de Ciudad Real a Miguelturra con un paso por la autovía ya construido. Diversos nombres identifican este camino, habitualmente conocido como Malastardes. Un recorrido de servicio que se podría convertir de forma sencilla en un recorrido peatonal y para bicicletas de carácter amable con inversiones limitadas. Un camino que puede ampliarse a dos carriles laterales en todo su recorrido, incluido el paso sobre la autovía ya existente, incorporar arbolado en sus márgenes, una ligera iluminación y ser así un camino amable para el uso cotidiano y para el paseo tranquilo entre las dos poblaciones.
El recorrido se aleja del problema existente en el nudo de la autovía y tiene un punto de partida desde Ciudad Real tranquilo y en una zona de buenos accesos que podrían mejorarse fácilmente potenciando la llegada de la bicicleta a la estación por otra parte. Una llegada a Miguelturra en una zona urbanizada que acogería fácilmente la llegada de la bicicleta a esa parte de la ciudad. Es una opción que tiene importantes ventajas económicas y de impacto medioambiental. Una opción a no desechar a priori a incorporar a las posibles soluciones a esta comunicación de las dos ciudades.