Hay personas, músicas, libros, paisajes o edificios que se incorporan a nuestras vidas como parte de nuestra experiencia, de nuestros conocimientos o sensaciones. Desde hace años la voz de Pete Seeger y su música formaban parte de mis vivencias particulares. Pete Seeger nació en mayo de 1919 en Nueva York y ha fallecido esta semana, enero de 2014. Personas que van dejando su huella en nuestras vidas, por sus canciones y su espacial compromiso. Un compromiso peculiar vinculado a la defensa de sus ideas de manera íntegra y total. A través de sus canciones, de su actividad, de sus manifestaciones ha luchado por la libertad, la defensa de la paz y de la democracia. Y ello con un repertorio de canciones de calidad que, en muchas ocasiones, se han convertido en himnos asumidos por la comunidad como representación de sus reivindicaciones.
Como parte de Los Weavers, sus canciones se popularizaron con temas como If I had a hamner (Si yo tuviera un martillo) y Were have all the flowers gone? (¿A dónde se han ido las flores?). Canciones de rebeldía frente a la represión de esos momentos en Estados Unidos donde fue perseguido por sus ideas de izquierdas en la década de los años 50, víctima de la poderosa Comisión del Senado presidida por el senador McCarthy.
El 8 de junio de 1963 Guantanamera alcanzó un éxito inusitado, al ser interpretada por Pete Seeger en el Carnegie Hall de Nueva York, con los versos de Martí. Su canción, de 1963, We shall over come fue todo un himno de reivindicación en los Estados Unidos. En 1957, Pete Seeger había conocido a otra persona que era víctima de la vigilancia del FBI: el Dr. Martin Luther King Jr. Se conocieron en el instituto Highlander Folk School de Tennessee y, Seeger convenció a King y a otros activistas para incluir la música en sus tácticas de organización de base. Seeger cantó allí por primera vez la canción que se convertiría en el himno del movimiento por los derechos civiles: “We shall overcome” (Venceremos).
Letras que, en su sencillez, esgrimidas con la música de su banjo se convertían en himnos de lucha por los derechos como ocurrió con “Turn! Turn! Turn!”. Una canción de los años 50 sobre un texto del Eclesiastés que luego popularizaron una década después los Birds. “Para cada cosa hay una estación, y un tiempo DBC##1para cada proyecto bajo el cielo. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir…. Un tiempo para amar y un tiempo apra el odio, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
Defensor de la República española en la Guerra civil de nuestro país. En 1943 con su grupo The Almanacs grabó un álbum con Tom Glazer titulado “Canciones del batallón Lincoln”. Álbum con canciones como Hay un valle en España llamado Jarama, o El Batallón Lincoln que los brigadistas americanos le enseñaron a su regreso.
Mi disco preferido sigue siendo ese de 1971 Raimbow race con el tema Last train to Nuremberg con sus preguntas sobre el capitán Medina, el presidente Nixon-Ultimo tren a Nuremberg, todos a bordo. Seeger tiene la voz ronca y profunda pero todavía fuerte y enérgica del luchador continuo. Pero sobre todo con la canción que da título al disco:
Un cielo azul por encima de nosotros .Un océano rompiendo toda nuestra costa. Una tierra tan verde y redonda ¿Quién podría pedir más? Y porque Te amo. Voy a darle una oportunidad más, para mostrar el camino del arco iris. Es demasiado pronto para morir. ….
Ve y dile a todos los niños pequeños, a todas las madres y los padres también. Ahora es nuestra última oportunidad de aprender a compartir Lo que se nos ha dado a mí ya ti. Los noruegos la hicieron suya después de las matanzas de 2011. En 2009 Pete Seger tocó junto a U2 en la ceremonia de la toma de posesión e Obama en el Lincoln Memorial. Canciones y actitudes que siguen vivas y presentes, en circunstancias diferentes pero permaneciendo en la cultura que poco a poco nos va conformando.