Santa Quiteria se localiza en la zona de los Montes en una finca cedida por sus propietarios con 3.360 hectáreas que, actualmente, pertenece al municipio de Alcoba de los Montes. Una ubicación en un espacio natural singular. En las actas del concilio de Toledo del año 589 se declaraba la santidad de Quiteria por haber sufrido martirio. El Leccionario del siglo XII dice que nació en Balcagia y el padre Minguela obispo de Sigüenza reclamaba el origen español de la santa. Una tradición que se recuerda en numerosas poblaciones con ermitas y edificios religiosos dedicados a esta santa
La población de santa Quiteria es un proyecto del arquitecto Cesar Casado de Pablos y Manuel Jiménez Varea que también habían realizado el proyecto de Pueblonuevo del Bullaque en 1958. Actuaciones como Umbría de Fresneda en Ciudad Real y El Bercial, Talavera la Nueva, Corralejo, La Rinconada, Las Vegas y san Antonio en la provincia de Toledo son también proyectos realizados para al INC. La Mediateca del MAPA conserva excelentes imágenes de estas poblaciones y de la actividad de los trabajadores que vivían en las mismas.
Juan Manuel García Bartolomé y Pilar Coello Marín Jefa de Servicio de la Mediateca del MAPA División de Estudios y Publicaciones presentaban en el VIII encuentro de historia de la fotografía. Organizado en Toledo por el Centro de Estudios de Castilla la Mancha, en Noviembre de 2018, una excelente colección de fotografías históricas de muchas de estas poblaciones.
En santa Quiteria, en una primera fase se proyectan 43 viviendas de colonos, edificio de administración, casa rectoral y casa almacén para la Hermandad de Labradores y ganaderos y cuatro albergues para ganado lanar tal y como recogía el Informe de 1957. Esta estructura se organizaba con dos formas giradas una respecto de la otra, la inferior en dirección Este-Oeste y la superior se giraba en dirección NO-SE situándose en su extremo derecho la iglesia del conjunto. La manzana situada al sur se quiebra para tomar la dirección de la zona norte que llega hasta la manzana que cierra la iglesia y que ya está construida en la primera fase del proyecto. El plano general del conjunto presentaba la actuación de esta primera fase. En el centro, la iglesia y la casa rectoral y, adyacente a ellas, la escuela y la vivienda del maestro. En la manzana próxima, y frente a estos edificios, la vivienda del médico y el ayuntamiento.
La composición del proyecto
El alzado general del proyecto subraya la importancia de la iglesia con su gran espadaña que marca el punto de referencia del conjunto en su composición general. La presencia del centro cívico se integra de forma mucho más humilde con el trazado del conjunto residencial.
La ampliación en una segunda etapa continúa con la dirección del eje superior estableciendo un viario central que atraviesa el conjunto y situando dos grandes manzanas lineales a ambos lados que se cierran con una trasversal que delimita el final del conjunto urbano. La forma lineal de la población sigue la curva de nivel que marca la horizontal de la calle principal estableciéndose la diferencia de cotas en la sección transversal del conjunto. Una estructura de 520 metros de longitud frente a los 140 metros de ancho en su zona principal y una superficie total de zona urbana de 83.000 metros cuadrados. La iglesia queda así en un extremo del conjunto en posición elevada marcando la importancia de su presencia. La plataforma superior de acceso al interior del templo tiene un elemento singular en su lado izquierdo. Una forma troncocónica de granito pulido soporta una pequeña cruz superior.
La iglesia de santa Quiteria
La iglesia como elemento central del conjunto tiene diferentes elementos de artistas que enriquecen el conjunto. Los cuatro evangelistas del altar son obra de Carpe formando dos bandas en los lados del crucifijo central. El baptisterio es una cerámica de Arcadio Blasco. La pila bautismal está realizada en caliza y latón. La virgen de la Cinta es obra de Eguibar de 1964 y el Cristo es un trabajo de Vicent. En el ábside central dos vidrieras a los lados de los evangelistas obra de Carpe. En la fachada principal el gran óculo central tiene una vidriera de Arcadio Blasco que introduce la luz en el espacio central de la iglesia desde la parte posterior.
La iglesia, de planta rectangular, casi cuadrada, tiene un ábside saliente de planta semicircular y, en su lateral derecho, se sitúa la casa rectoral. Con 20,60 metros de ancho y 19,50 metros de longitud tiene, incluido el ábside, 350 metros cuadrados de superficie. Además del gran óculo central de la entrada tiene dos vidrieras en al ábside y huecos de iluminación rectangulares en ambos laterales. Un espacio de gran sencillez enriquecido con los elementos singulares del ábside y piezas litúrgicas.
El acceso a la iglesia se realiza por una zona elevada que crea un pórtico de protección son cubierta de teja y soportes a ritmos regulares de piedra. Un doble recorrido con cuatro escalones cada uno de ellos da acceso al nivel de la iglesia que se queda así en posición elevada respecto del conjunto de la población.
La cerámica de la fachada. Arcadio Blasco
La iglesia de Santa Quiteria sigue un modelo que se va a repetir en diferentes edificios religiosos con el gran plano vertical que subraya con su altura la importancia del edificio. Sobre una base horizontal subrayada por las columnas del pórtico de acceso se levanta el plano superior. Una gran superficie realizada en piedra cuarcita con una gran zona rectangular inferior rematada con dos pequeñas elevaciones en sus lados. Sobre ella el elemento perforado con seis vanos realizados con fábrica pintada en blanco que alberga dos pequeñas campanas en los laterales inferiores y una figura de un ángel con perfiles metálicos en el hueco central superior. Y rematando el cuerpo superior tres cruces, una central de mayor tamaño y dos laterales menores que sirven de apoyo al brazo de la mayor.
En 1962 la revista Arquitectura publicaba un artículo en el que José Luis Sánchez y Arcadio Blasco revindicaban la cerámica en unión con la arquitectura. Y allí recordaban “que habían conseguido llevar a muy apartados rincones de España la voz de un arte vigente integrado en una arquitectura vigente, vivificando con tierras y esmaltes grandes faces de cal, renovando un arte que la mecanización de la artesanía había envilecido y haciéndolo compatible con el sistema económico nacional”.
En el cuerpo inferior un gran óculo central con vidriera de hormigón deja dos planos arriba y abajo para la cerámica de Blasco. Si en Pueblonuevo son los colores negros los protagonistas, ahora el fondo es de color granate sobre el que destacan las imágenes de colores amarillos y blancos. Las dos bandas verticales a los lados del óculo central tienen una zona central de color blanco con pequeñas imágenes en tono azul. Y encima y debajo dos bandas de color amarillo dorado. La cerámica establece así un contraste de coloración sobre el gran plano de piedra de colores ocres. Piezas cuadradas adheridas al soporte de cemento de la fachada. Un edificio que se convierte en referente de la austera población y sus construcciones encaladas.
