Hoy vengo a presentaros ‘Canto yo y la montaña baila’ de la autora catalana Irene Solà.
El argumento es algo sencillo de explicar, Solà nos presenta tres generaciones de una misma familia y los sucesos que les va ocurriendo a cada uno de sus componentes. Pero la obra va más allá, es una novela que escapa y sale un poco fuera de lo común.

Es bastante curiosa, lo que destaco de ella y lo que la hace diferente a todo lo que os he ido presentando es la narración coral que caracteriza a la novela. Cada capítulo está narrado en primera persona (nos cuentan sus impresiones e ideas acerca de lo que ocurre a su alrededor) por narradores distintos que necesariamente no tienen porque ser humanos. Narran desde los personajes principales hasta una nube o una seta.
El título de la obra nos da una pista sobre lo que nos vamos a encontrar, ese canto yo y la montaña baila puede dejarnos caer la conversación continua que tendrán los habitantes de esa montaña y la montaña misma, como se retroalimentan entre ellos y confluyen una serie de experiencias y situaciones que marcarán la obra.

Es un libro donde la ambientación tiene un peso fundamental y gracias a su estilo narrativo nos ofrece una atmósfera sensible, poética con tintes de cuentos de hadas, elementos encantados que dan expresividad a la acción.
Como conclusión me gustaría destacar algunas de las ideas de la novela y es cómo el mundo rural y su relación con la naturaleza perdura de una manera mítica frente a la liquidez del mundo urbano y superficial.