¿Y si la nostalgia fuese un cuaderno de rayas sobre el que escribir, en vez del buzón donde enmohece la memoria? ¿Acaso la memoria impide ver salir el sol cada día y lo que ocurre? ¿Y si la memoria, por el contrario, fuese el aliento para continuar caminando por el futuro según se acerca?
Tienes que vivir un poco más. Escúchame, Manuel. En Navidad tienes que darles tu pregón para que comencemos el año teniendo alguna cosa clara de lo que a su entender debemos saber o hacer. ¿En quién vamos a confiar?. Nosotros, tu familia, vamos a quedar en las manos de tu hijo.
Probablemente a pocos les interesa ya oír hablar de Ciudadanos (Cs) como organización política. Se da por amortizada su existencia y, más que dejar de ser noticia, han dejado de ser espectáculo, que ahora es lo que más nos gusta de la política. No nos equivoquemos. Que tampoco se equivoquen ellos.
La peonza catalana seguirá dando tumbos y contaminando las paredes de la política española mientras no se aborde la reforma constitucional. Y el nacionalismo catalán sigue al acecho. La magnitud política de un país se manifiesta en la valentía y eficacia para asumir sus desafíos más profundos, no en dejarse envolver por las circunstancias o el ruido mediático.
Ignacio Muñoz González lleva ya más de un año inmerso en la obra y la vida de Gregorio Prieto como director del Museo de la Fundación que el artista valdepeñero creó. En una entrevista publicada hace un año indicó que su elección no era por ser especialista en dirección de museos, sino por la importancia de su propuesta de crear un proyecto que incluyese un todo: la gestión del museo, el análisis de la obra conocida, de los miles de cuadros y originales que no habían vuelto a ver la luz, la explotación de los enormes espacios del Museo y el conocimiento público del autor y sus obras. En ninguno de estos aspectos se anda con chiquitas Ignacio Muñoz ni parece amedrentarse ante la ingente labor de su contrato. Muy al contrario, responde con la energía del converso después de una inmersión de un año largo revisando los fondos artísticos y haciendo suyos los recovecos personales de Gregorio Prieto y su historia.
Sinceramente, no acierto a entender mi ignorancia durante tantos años sobre la existencia de Gregorio Prieto, pese a su cercanía en el tiempo y en la geografía provincial. Un día, en Galicia, un amigo puso en mis manos una publicación de saldo: “Es paisano tuyo”, me dijo. Abrí aquella carpeta de tamaño doble folio y dentro encontré una colección de láminas con dibujos en blanco y negro, figuras dulces y algo melancólicas, que me recordaban los trazos más antiguos de Joaquín Torres García en los murales de la Generalitat catalana o los más primeros de la etapa azul de Picasso.
Al nuevo presidente del Senado, Manuel Cruz, le han crecido los enanos en forma de entrevista en ”El país”, un diario siempre “cercano” a él como filósofo y escritor. Ha sido en menos de 24 horas antes de las votaciones de este domingo, pero el rebufo de la polémica va a durar sin que el protagonista lo pretendiese. Nada más equivocado que hacer mudanza en tiempo de tormenta electoral.