Bulle la creación cultural en nuestro entorno. Parece mentira que con la crisis económica (laboral diría yo) que padecemos haya más que nunca un producción creativa enriquecedora y casi redimidora de los malos augurios de un apocalipsis al que apunta el sistema financiero.
Me entero por los periódicos locales de una apretada agenda cultural en toda la provincia, en la que ya brilla cercano el Festival de Teatro Clásico de Almagro, amén de toda la sabrosa programación que de la mano del incansable Miguel Muñoz de Morales organiza durante todo el año la sala de “La Sensación”.
Hay de todo, oferta más alternativa como el Brujas Sound de Daimiel o más institucional con la la programación del Teatro Quijano o el ya referente Calatrava Escena.
Hay para todos los gustos, exposiciones de todos los estilos en galerías de arte o establecimientos de venta, festivales de folklore o encuentros de poesía.
Fluye el espectáculo con poca inversión y más creatividad.
Se acaba de presentar la IV edición de las Veladas Musicales “Noches de Mar Tierra” en Viso del Marqués, dentro de unas horas el Zahora Magestic (que se ha erigido como un espacio de espectáculos de música de calidad) acogerá Cantinela Festival (con cuatro grupos locales), además del referente en la agenda de Pachamanma, de las bibliotecas, de los festivales de fin de curso tanto de asociaciones como organizaciones regladas, del talento que ofrece el Conservatorio Marcos Redondo en la capital y los del resto de la provincia… todo es cultura.
Si se trata de dar gusto al espíritu o de desasosegar profundamente al espectador, la cultura local, provincial y regional se mueve por derecho propio, a pesar de la tozuda crisis.