Cuarenta años de ayuntamientos democráticos han hecho que se construyan nuevos edificios y se rehabiliten muchos de los existentes. Los edificios públicos se construyen con dinero de la comunidad para determinados servicios que necesitamos como sociedad. Los dedicados a la administración son lugares en los que se realizan actividades necesarias para el funcionamiento de la vida de la comunidad. Por ello su arquitectura debe reunir requisitos esenciales: deben ser lugares con la dignidad de lo común, pero también, con la austeridad de lo público. Aunar esas dos condiciones a veces es tarea compleja. Hay que construir edificios que sean duraderos, que cumplan las funciones comunes para las que han sido pensados, pero con una buena dosis de austeridad y seriedad.
Y además deben ser edificios acogedores y amables en los que el ciudadano sienta que llega a un lugar que le pertenece y donde recibe las atenciones para cumplir con sus obligaciones generales, obtener la necesaria información y realizar los trámites que la normativa común demanda. Muchas funciones y condiciones que deben reunir las construcciones que administran y sirven a lo común.
El ayuntamiento de Ciudad Real
El edificio dedicado a ayuntamiento en Ciudad Real es un edificio proyectado por el equipo de arquitectos de Fernando Higueras y Antonio Miró que han realizado obras de especial calidad. Sin embargo, en este proyecto hay errores esenciales de lugar, de escala y de concepción. Un proyecto como el Instituto del Patrimonio Cultural en Madrid, con algunas similitudes formales tiene la calidad de su ubicación, de sus dimensiones y de sus espacios interiores especialmente atractivos.
Pero el ayuntamiento de Ciudad Real, con los aspectos negativos que podemos considerar en su arquitectura, es el edificio que representa a la ciudad, que en sus espacios esenciales acoge la presencia de los representantes municipales y una serie de servicios urbanos. Y por ello, en su cualificación debe ser un edificio referente de la ciudad, de la presencia de lo común y de los valores ciudadanos que supone la unión ciudadana (el ajuntamiento es la palabra que da origen a la de ayuntamiento). Y por ello dentro de sus limitaciones y elementos particulares conviene mantener y recuperar la dignidad de lo edificado con algunas actuaciones que deben poner en valor lo construido.
El edificio construido
El edificio proyectado por Higueras con todas sus limitaciones de concepción y localización tiene una ejecución especialmente cualificada en las estructuras de hormigón que son parte esencial de su configuración. Hay elementos que conforman su estructura y otros que tienen un cierto carácter ornamental y se construyen como elementos superpuestos como son los pequeños pilares que crean las divisiones en las fachadas de las plantas superiores al igual que los adornos coloreados de las partes finales de estos elementos. Ello supone un problema de conservación dados los delgados revestimientos de las armaduras en estos elementos añadidos o en partes puntuales del mismo.
La parte del balcón principal de la planta primera se desprendió en su momento y ha sido sustituida de forma “temporal” por una estructura revestida de tela de color rojo que necesita su reparación lo antes posible. Probablemente una buena oportunidad para introducir de forma inteligente una solución austera en este frente. La provisionalidad de la reparación que tiene en este momento debe dejar paso a una solución definitiva de un edificio que representa a la comunidad y desde cuyo lugar se desarrollan actividades colectivas diversas. Las obras previstas dentro de la estrategia de desarrollo urbano sostenible deberían tener en cuenta estos aspectos y plantear soluciones a estos importantes problemas.
Planta baja trasparente
Dentro de la concepción del conjunto, la planta baja aparece como un elemento acristalado con la presencia de los pilares de sustentación del conjunto. Sería bueno eliminar el uso de estos paramentos como soportes de publicidad, como apoyos de determinadas actividades expositivas y recuperar su carácter trasparente dejando limpios los cristales de esta planta. El carácter acristalado del conjunto en contraste con las formas potentes de lo estructural es uno de los valores positivos del edificio. Y especialmente esa planta baja situada en un plano interior respecto de las plantas superiores tiene un valor como espacio ligero del que parte el conjunto de la estructura superior.
La propuesta de ubicar en esa zona un montaje adecuado para las exposiciones temporales o actividades diversas debería realizarse en el interior con un montaje austero que dejase libre todo el perímetro del edificio. O pensar en ubicar allí espacios de información y consulta. Por otra parte, conviene tener en cuenta que esa planta debe ser la salida de evacuación de la segunda escalera del edificio que lleva a la zona de alcaldía y que por razones de seguridad debería estar operativa. Aspectos que son perfectamente compatibles y que podrían recuperar el valor de la base del edificio que en su compacidad y fuerza del hormigón blanco tiene especial interés la transparencia de la planta baja.
El entorno
Y junto a ello otro elemento importante del edificio en su ubicación urbana. La presencia de un elemento de forma autónoma como es el proyectado por Higueras y Miró requiere un entorno libre. Ya en el proyecto original la necesidad de adosarse a uno de los lados, dada las dimensiones del edificio, le quitó uno de los valores que podía tener la arquitectura. Pero asumido eso, la dignidad del edificio municipal exige la liberación de elementos adosados al mismo. Los quioscos o pequeños puestos de venta deben buscar otra ubicación más adecuada que no es difícil de localizar en un entorno próximo y dejar libre el lateral del edificio. Carece de todo sentido el desarrollo de una actividad comercial apoyada en la fachada del propio edificio municipal.
Y ello sería bueno a considerar en las actividades provisionales que deben dejar la visión y accesos al edificio municipal libre y sin elementos adosados. La ubicación del edificio especialmente en el lado en el que se une a las edificaciones de la plaza ha permitido desarrollos internos de sus servicios, pero introduce condicionantes negativos por la necesidad de convivir con arquitecturas que poco tienen que ver con el edificio proyectado por Higueras. La situación de la fachada en la zona de la Oficina Municipal de Turismo debería considerar, para su rehabilitación necesaria y urgente la convivencia como pieza principal con el edificio del ayuntamiento al igual que lo debería haber hecho, en su momento, el diseño de ese pequeño fragmento de fachada de la Oficina de Turismo.
El edificio del ayuntamiento de Ciudad Real que algunos incluyeron incluso en una Guía de edificios singulares de Castilla-La Mancha, es uno de esos edificios que calificamos de “original” para eludir la necesidad de definirnos sobre su sentido en la plaza mayor de nuestra ciudad. Pero es el edificio que, en su arquitectura, representa los valores de la comunidad municipal y que acoge muchos de los servicios que la comunidad ofrece a sus vecinos. Y por ello requiere una dignidad en su conservación y en la forma de hacerse presente en el conjunto de lo urbano.