Las infraestructuras culturales de Ciudad Real han sido muy limitadas en el siglo XIX y tendrá que avanzar el siglo XX para que se consoliden algunas de ellas. La Biblioteca ubicada inicialmente en el edificio del Instituto y después en la Diputación Provincial era el único referente en los momentos iniciales. Las instalaciones culturales tenían que aprovechar los recursos de las infraestructuras de las diferentes administraciones. Cuando a mediados de los años cincuenta se plantea la construcción de la Casa de Cultura se está pensando en un edificio que va a acoger todos los usos culturales: Biblioteca, Archivo, Museo, Centro Coordinador de Biblioteca y espacio de exposiciones.
La Casa de Cultura y el estudio de un Museo
La Casa de Cultura de Ciudad Real, creada por Orden Ministerial de 23 de octubre de 1956 integraba entre sus usos el de Museo Provincial. En febrero de 1962 se creaba la sección de arqueología en la Casa de Cultura por el interés del director general de Archivos, Bibliotecas y Museos, José Antonio García Noblejas. Y desde ese momento se va reuniendo una colección de material procedente de diferentes lugares de la provincia que serían la base de un futuro Museo Arqueológico.
Con la creación de la Casa de Cultura, Isabel Pérez Varela es nombrada su directora el 24 de junio de 1958. Bajo su dirección se trasladaron la Biblioteca Provincial desde el Palacio de la Diputación Provincial a la Casa de Cultura el 26 de marzo de 1961, y el Archivo Histórico Provincial. Poco a poco se realizaron trabajos de documentación del material arqueológico y de la documentación archivística. El 27 de marzo de 1961 se inauguraba el edificio. Varios directores generales asistieron al acto y visitaron la exposición de la Orden de Calatrava que se había montado en la planta baja. El Director General de Archivos y Bibliotecas don José Antonio García Noblejas, de Bellas Artes don Gratiniano Nieto, de Política Interior señor Chacón y de Montes señor Sánchez Herrera, así como el obispo Prior de las ordenes militares asistieron a la inauguración.
La Jefatura del Servicio Nacional de Excavaciones Arqueológicas, dependiente de la Dirección General de Bellas Artes, hizo entrega a la Casa de Cultura de los objetos procedentes de la necrópolis visigoda de Alhambra, descubierta en 1956 y que se encontraban en poder del alcalde del municipio. Diferentes objetos procedentes de excavaciones autorizadas y de bienes incautados por la Guardia Civil procedentes de las excavaciones clandestinas realizadas en diferentes municipios van llegando a la Casa de Cultura.
El Museo de la Casa de la Palmera 1959
En diciembre de 1968, el Padre Blasco, inspector central de Bibliotecas, informaba al Gobernador de la provincia de que la Casa de Cultura se había quedado pequeña y que, si se ofrecían la céntrica Casa de Las Palmeras o el edificio de Obras Públicas, no tendría inconveniente en habilitar los espacios que fueran necesarios para Museo. Dos años después el Director General de Archivos y Bibliotecas, en una carta fechada el 4 de marzo de 1971, comunica al Delegado de Educación y Ciencia que “No me importa, por lo tanto, encargarme de la construcción del edificio que me proponéis y de que se instale en él el mencionado Museo, como parte integrante de la Casa de Cultura”.
Sin embargo, es curioso que Fisac había estudiado años antes la ubicación de un posible Museo Provincial en la casa de las palmeras. Los planos del anteproyecto de Fisac tienen fecha de 1959 lo cual quiere decir que ya estaba estudiando el proyecto cuando se estaba construyendo la Casa de Cultura. El solar tiene una fachada a los Jardines del Prado, pero en un plano retranqueado respecto de la fachada de la Casa de Cultura. Un solar que tiene en su límite izquierdo la Casa de Cultura y suelo propiedad del Obispado que continua al fondo y en su lateral derecho. En los planos del solar señala la presencia de tres palmeras de gran porte y una algo menor de la que indica sus diámetros. Las palmeras tienen un protagonismo esencial que lleva el edificio a un plano posterior y su presencia se convierte en elemento definidor de la imagen del Museo.
El proyecto de dos plantas deja libre el espacio delantero para salvar la presencia de las palmeras existentes, retranqueando la fachada del edificio a un plano situado varios metros atrás. La parte delantera ajardinada sitúa el acceso al edificio en su lateral izquierdo con un acceso en L que deja un pequeño espacio para conserjería y control de acceso. Desde allí se accede al espacio del Museo con una escalera en U situada en su centro. Este espacio se repetirá en la planta primera como ámbito libre sin más determinaciones en este anteproyecto. Una planta sótano aumentaba la superficie del edificio con una planta similar a las dos superiores.
Los alzados y secciones del edificio presentaban la imagen de un conjunto cerrado en su plano de la calle y con grandes ventanales en su interior en el frente a la zona ajardinada donde las palmeras tienen un protagonismo especial. El volumen de la zona de control y acceso tiene un tratamiento similar a sus hormigones con encofrados flexibles, que comenzará a utilizarse en 1969, hecho que introduce otra duda sobre la fecha de la autoría de este proyecto de museo.
La propuesta de 1972 y la inauguración de 1982
En 1972 Isabel Pérez Varela, directora de la Casa de Cultura de Ciudad Real y académica correspondiente de la Real Academia de la Historia, realizó un informe a instancias de la Comisión Provincial de Monumentos que reflejaba las diferentes actuaciones realizadas para la creación de un Museo. En los medios de comunicación del momento, prensa y radio se había empezado a reclamar la creación de un Museo provincial. Un edificio cuya necesidad se justificaba para influir en la necesidad de su existencia para la conservación del patrimonio de la provincia, incentivar la investigación y la necesidad de educación común. Ya en ese informe se insistía en los estudios arqueológicos como fuente importante de material para el futuro museo.
El Museo Provincial llegará en años posteriores. En 1974 se nombraba director del Museo que se creará oficialmente en 1976 y la obra proyectada por Luca de Tena se inaugurará en 1982. El edificio será reformado en fechas posteriores (1993-1995) con proyecto del arquitecto Javier Navarro. Desde entonces nuevas adaptaciones de contenidos y salas de exposición.
El anteproyecto redactado por Fisac en la casa de las palmeras queda como un recuerdo de una propuesta de los años sesenta con una voluntad de conservar los elementos naturales existentes en ese entorno del Prado y de diseñar un sencillo edificio que debía completar, por su proximidad, las actividades de la Casa de Cultura.