Para poder detectar a una persona que ejerce violencia psicológica en nuestro entorno es quedarnos con las características más comunes, sabiendo que puede ser muy fácil encontrar esos puntos débiles para su estudio.
Estas personas son encantadoras por fuera e insoportables en el ámbito más privado. Al principio pueden dar el pego, parecen espontáneos, simpáticos y seductores. Personas con un atractivo especial que van enganchando a sus parejas para obtener sus objetivos finales y malévolos, siendo capaces de controlar la relación, a base de humillaciones, y actitudes hostiles hacia la otra parte, ejerciendo una gran presión sobre su víctima.
Es posible que se escondan bajo la máscara de un seductor o de alguien con buena prensa social. Nunca exteriorizarán síntomas graves, como alucinaciones y delirios.
Otra característica importante a destacar es la gran impulsividad. Nunca piensan en las consecuencias de sus actos. Si alguien le formula o le propone algo, le contestará lo que le venga a la cabeza, y si se le molesta, reaccionará mal, seguramente.
Este tipo de individuos carecen de perspectiva de la realidad. Sólo les importa el presente. Son incapaces de hacer planes de futuro con sus parejas, ya que para ellos, el tiempo, no existe.
En las relaciones más consolidadas, en el ámbito privado, cambian totalmente, ejerciendo una forma de maltrato que puede variar desde los insultos más denigrantes hasta la violencia más económica en la forma de controlar el gasto de una familia.
El agresor psicológico, nunca tiene vínculo afectivo alguno, ni tan siquiera duraderos. Sus relaciones son superficiales y monótonas.
Este tipo de agresores pueden ser individuos muy cumplidores en sus entornos laborales, o todo lo contrario, incapaces de mantener un trabajo por la falta de responsabilidad de la que hacen gala casi siempre.
Son ciertamente egocéntricos, los derechos de los demás le importan prácticamente nada. Son agresores que van siempre a lo suyo, capaces de intimar con las personas que quieren.
Otra forma de actuación a tener en cuenta es la gran insensibilidad que tienen ante el dolor ajeno. Pueden ver sufrir a los demás, pero son incapaces de solidarizarse con aquellas personas que los pueden necesitar en un momento determinado.
La culpabilidad siempre la revierten hacia las otras personas que tienen a su alrededor ya que normalmente responsabilizan a personas que aparentemente quieren, de sus fracasos y problemáticas ya que casi siempre tienen una forma de comportamiento bastante sospechosa.
Como pueden ver, son mentirosos, absurdos, desleales, deformadores de la realidad, irresponsables, sin remordimientos, violentos y mal educados.
De esta manera, entiendo que les será de utilidad el poder descubrirlos y apartarse de ellos.