Señores lectores, la liga de fútbol empezará en agosto…los equipos estarán a punto. Las aficiones de cada ciudad estarán preparadas para vivir nuevas emociones… la liga española, la liga de las estrellas, el mejor espectáculo del mundo se pondrá en marcha.
Pero visto lo visto, un servidor se plantea una cuestión importante… a dónde vamos a llegar respecto a la cotización de algunos jugadores que están totalmente sobrevalorados en los grandes equipos que conforman nuestra liga de las estrellas.
Jugadores que vienen a nuestro país a triunfar, porque saben que aquí se paga bien, se establecen y muchos de ellos, grandes deportistas, sin lugar a dudas, se ganan cada fin de semana un puesto en su equipo, por su pundonor, esfuerzo y entrega a los colores que les pagan.
Pero hemos llegado a un punto en el que, a mi juicio, se han disparado las alarmas. Hablamos de millones de euros los que se manejan en este gran deporte, la ley de la oferta y la demanda, pero esto tiene un límite.
Ustedes creen que un ser humano puede ser tan multimillonario como para valer lo que hace durante noventa minutos, más los días de entrenamiento y ruedas de prensa…
Creo que nosotros también trabajamos durante algo más de noventa minutos semanales y a veces no llegamos a final de mes… un dato curioso. Personas que salvan vidas, que trabajan en la construcción, en el campo, en una oficina, hasta los políticos, creo que son capaces de ganarse el sueldo que cobran, y cobran bien, pero es demasiado injusto que existan estas diferencias tan importantes y más, dentro del deporte. Hoy hablamos de fútbol.
Pero esto del deporte rey se ha puesto al rojo vivo… y cuando algún jugador ya no está a gusto con su equipo que lo fichó, ya no está tan agradecido a los colores que durante un tiempo fueron su estandarte y bandera… qué pena y qué lástima. Contratos que no se cumplen, ventas de jugadores que no quieren marchar porque sí sienten verdaderamente la filosofía del que los contrató en un momento determinado.
Es la ley del fútbol… cada equipo tiene jugadores, la mayoría, fuera de su comunidad, o foráneos o indeterminados, porque no se sabe de dónde son realmente…
Fichajes estrella que no cuajan por que no valen lo que valen se hacen estrellas de la nada y son capaces de mover auténticas masas que los siguen por toda nuestra geografía.
Los culebrones del verano, del otoño e incluso del invierno, la política introducida en el fútbol, unos por independentistas declarados y otros porque son supercampeones de Europa, la copa, declara un presidente…para su comunidad del alma…campeones de qué, de un partido… otros tras una liga estrellada, sueñan con la ilusión de ser el club mejor del mundo en todos los sentidos, pero con un entrenador de renombre, algo defensivo pero de gran categoría, otros por no seguir con la mala suerte de todos los años… y otros, por seguir aspirando al codiciado trofeo que los lleve a la gloria de una vez por todas… esto es el fútbol amigos.
Pero de lo que quería hablarles es de los mercenarios del fútbol, lo siento por ellos, porque a pesar que ganen sumas de euros incalculables y tengan auténticos deportivos muy envidiados por todos, es imposible que sean tan felices como nosotros, que hacemos lo que nos gusta y vamos a nuestro trabajo, a pesar de todo, con muchas más ilusiones que aquellos que por dinero, son capaces de venderse al mejor postor.
En definitiva, a los que nos gusta el fútbol, nos gusta el deporte, el juego limpio y el juego bonito, que nos den partidos por alguna cadena pública, por las autonómicas y quién tenga la televisión privada, estupendo… el mejor espectáculo del mundo pronto comenzará.
Qué gane el mejor y cada uno con sus colores, aunque no ganemos directamente una comisión por sus victorias.