Supervivencia

El universo de personas que han padecido en sus vidas determinadas circunstancias, capaces de sobrevivir a todo tipo de sufrimiento, víctimas de la violencia, abusos, masacres, conflictos bélicos, persecuciones, enfermedades, sufriendo todo tipo de consecuencias individuales. Gran parte de estas experiencias de estas personas han sido, a mi juicio, difíciles de asimilar correctamente, o al menos, podrían dejar huella. Cuando acuden a consulta, es complicado el comenzar un tratamiento psicológico. Son muy conscientes de lo que les ha sucedido, la mayoría de ellos, debido a su nueva organización mental a raíz del trauma que han padecido de difícil olvido. Esta nueva organización mental la han tenido que efectuarla ellos mismos para poder adaptarse a una nueva situación programada. Su cerebro tiene esa capacidad de plasticidad y aprendizaje novedoso cimentado en la nueva base creada. La capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones y a una nueva vida más una propia realidad que se le presenta como algo novedoso es muy importante. Pero no tenemos que perder de vista que las secuelas psicológicas siempre existen. La ansiedad y la depresión se adelantan a la razón y como mecanismo adaptativo aparecen como destellos en el devenir de estas personas. En el fondo, a todo ser humano nos cuesta asimilar que la vida no es nada fácil y es justo lo que nunca nos han indicado. No tenemos que padecer ningún trauma para entender que las cosas no son como nos imaginábamos, la realidad es una y siempre es la que manda. Pero es digno de mención, destacar un elevado grupo de personas que se han enfrentado a la realidad y a pesar de las secuelas de sus grandes adversidades, han sido capaces de afrontar la vida de la mejor manera posible. La supervivencia es siempre adaptativa, la ansiedad es un mecanismo de adaptación que a veces no podemos controlar ayudándonos a darnos cuenta de nuestros errores y deficiencias de personalidad. Mejor no tener problemas, pero si aparecen, es mejor afrontarlos de la mejor manera posible. Tomemos como ejemplo muchas vidas, que seguro son anónimas, ni tienen el premio de la prensa o el reconocimiento de las instituciones ni el apoyo de la sociedad y han salido adelante. Hay que seguir adelante…