Los niños de hoy suelen ser nerviosos y dispersos. La inquietud en su comportamiento a veces, es difícil controlarla por lo que en estas fechas, y después de los campamentos de verano, el incremento del stress a nivel familiar se traduce en un mal ambiente percibido. Es verdad los niños de hoy suelen ser muy inquietos y no se entretienen con nada. Hablamos en general, suelen decirnos que se aburren cuando no están utilizando los video-juegos o las redes sociales y son un poco más mayores. Estos comportamientos de inquietud y nerviosismo también los observamos a la hora de realizar sus actividades normales y básicas como pueden ser el mero hecho de comer o conciliar el sueño. A algunos de estos niños les cuesta dormir y al día siguiente, observamos en su comportamiento un humor insoportable que se retroactiva de inmediato… Las alternativas son sencillas siempre que seamos capaces de sacrificarnos y dejar un poco al lado nuestras necesidades personales, además de nuestras obligaciones laborales que son muy importantes y con las que indudablemente tenemos que responder. Pasar más tiempo con ellos, participar de sus actividades y fomentarles un descanso activo les proporcionará más beneficios de lo que pensamos. Para ello, tenemos que aprender a pautarlos, a ponerles límites, a saber estará la altura de las circunstancias, a que aprendan a frustrarse cuando oyen una negativa, a hacer caso cuando se les educa. Es importante el tener en cuenta estas recomendaciones, no solo en estas fechas estivales sino durante todo el año. La diferencia es que ahora tienen mucho tiempo libre y muy pocas ocupaciones en las que entretenerse. En una sociedad informatizada en la que el juego virtual se ha impuesto a la interacción y fomento de nuevas relaciones, directamente vamos al fracaso de lo individual frente a lo colectivo. Aviso a navegantes…