La vida puede ser importante según te la plantees, es como una buena comida, cada bocado puede resultar delicioso. Desde el solomillo hasta el pan… pero amigos, es importante el saborear estos placeres. Para triunfar como un gran comensal, disfrutar de las cosas, del trabajo, de una película, un viaje o una buena conversación… debemos conocer también la receta de cocina que ha elaborado dicho plato… el plato de nuestra satisfacción personal.
Una moderna epidemia empieza a azotarnos, sin darnos cuenta. No proviene de un virus ni de una bacteria, se trata de falta de sentido de lo que hacemos todos, de carencia de felicidad cotidiana…
La vida está compuesta de muchas porciones y hemos de aprender a disfrutar cada una como si fuera única.
Los que sólo viven para el fin de semana, o suspirando por el mes de vacaciones, se están perdiendo su otra ración del plato que se están dejando de forma voluntaria.
Un lunes es igual de apetitoso que un sábado. Basta con hacerlo al dente y aliñarlo al punto justo.
Es importante, aunque sea un tópico, vivir bien cada día y nos daremos cuenta que disfrutaremos de mejor salud física.
Las nuevas investigaciones sobre salud y felicidad vienen de la influencia que puede existir entre la mente, nuestro comportamiento y estado físico sobre diferentes enfermedades relacionadas con nuestro estado anímico. Siempre se podría aventurar, por lo tanto, que acontecimientos positivos tendrían importantes beneficios físicos y aportarían a la persona, un estado de bienestar importante.
Cenar con los amigos, pasear con la pareja o divertirse, fortalece también nuestras defensas psicológicas y reduce el riesgo de padecer enfermedades de orden psicológico.
La medicina se está percatando de la importancia de vivir a gusto por evitar las enfermedades, desde un constipado hasta una enfermedad degenerativa importante.
Para poder disfrutar de los momentos de placer que podamos tener, debemos encontrar un cierto equilibrio en nuestra realidad que sea capaz de acercarnos un estado de conciencia relacionado con el sentido que damos a nuestras vidas amigos.
Debemos aprender a escucharnos, a comunicarnos de forma correcta, a sentirnos más vitales realizando cosas, acercándonos a los demás, el educarnos en la experiencia emocional pero con cierto toque de practicidad, en cumplir con nuestras obligaciones como ciudadanos, en ayudar al prójimo… la contribución de todo ello nos haría sentirnos muy bien y, desde luego, evitar el sentirnos como a veces somos capaces de sentirnos…
En definitiva, si nos tomamos las cosas con algo más de filosofía, con tranquilidad, con cierta humildad, desde luego que el plato que vamos a cocinar, se degustará plenamente…
El tiempo va pasando de manera inexorable, la vida es así, si no somos capaces de saborearla, correremos el riesgo de ver pasar el tiempo muy despacio y no daremos un sentido a todo lo que hacemos.
Es simplemente un recordatorio. Aprovechemos el tiempo, aprovechemos las cosas buenas que el ser humano tiene e interioricemos aquellas cuestiones relacionadas con aspectos poco aparentes pero que están ahí. Son las cuestiones de cada una de nuestras realidades que al fin y a la postre son las que perdurarán para siempre.
