El grandioso País Vasco celebra el día de su Patria el Domingo de Resurrección. Ellos lo denominan el Aberri Eguna. Si tenemos en cuenta que la Semana Santa no tiene una fecha determinada en el calendario; es de suponer que la gran nación vasca, no es un estado sino más bien una veleta. Lo cual concuerda con la catadura moral de sus representantes políticos que van siempre al socaire del partido que con más facilidad puedan dejar como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando.
El presidente del PNV, Aitor Esteban, se ha jactado de las múltiples regalías arrancadas al alabancioso y marioneta de Pedrito Picapiedra: El PNV celebra las cesiones de Sánchez al País Vasco en el Aberri Eguna: «Un país se hace poco a poco». . «¿Quién ha conseguido la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales?, el PNV. ¿Quién la transferencia de ferrocarriles, la de homologación de títulos o la de Costas para la Comunidad Autónoma Vasca, y la de tráfico para Navarra?, el PNV. ¿Y la sustitución de la Guardia Civil por la Ertzaintza en puertos y aeropuertos?, el PNV», ha subrayado.
Aitor Esteban afirma que los vascos siguen siendo «dueños de su identidad» porque ha resistido a quienes querían «subyugarles». «Así que no nos hablen de ambición nacional. Este partido viene demostrando su ambición nacional día a día, año a año, desde hace más de 40, desde hace 130 años, caminando hacia delante y sin poner palos en las ruedas», ha indicado.
Aitor Esteban falsea la realidad. No habrán puestos palos en las ruedas pero, sin embargo, se han vendido al mejor postor y han engañado cuantas veces les ha sido posible. De haber sido honrados, íntegros, rectos, justos, irreprochables e intachables; en la última legislatura habrían apoyado al Partido Popular y no hubiesen hecho causa común con todos los detritus que “dicen” representar los intereses de España, cuando en realidad, sólo se representan a ellos mismos y sus miserias.
Por su parte “el lehendakari,Imanol Pradales, ha afirmado en ese acto en Bilbao que Euskadi es «una nación», que no permitirá que se le impida avanzar en su autogobierno ni tampoco estar «subordinada» a un Estado «jacobino y centralista».
Para el padre de la Patria Vasca, Sabino Arana, su patria debía estar constituida por: Dios y ley vieja, a saber, el catolicismo antiliberal, la histórica independencia vasca, excepto para los “vizcaínos españolistas”, sus raíces carlistas, la raza vasca, pues si los vascos no fueran católicos, refiere, “renegaría de mi raza sin Dios no queremos nada”, y debería reunir, además, ocho apellidos vascos, «La mujer es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana. (…) Es inferior al hombre en cabeza y en corazón. (…) ¿Qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga, e instrumento de su bestial pasión: nada más».
Al resto de los españoles los definía con el apelativo de maketos, es decir: inexpresivos, adustos, con andares zarrapastrosos, femeninos, cortos de inteligencia, perezosos y vagos.
Roma no paga traidores pero los políticos vascos falsean la realidad de su origen. Ya se sabe que “la falsedad y la traición se pagan, sólo es cuestión de tiempo”. Esperemos que el precio no sea tan costoso como para romper puentes. No hay que olvidar nunca de dónde venimos y alabar siempre los puentes que nos han llevado.
De momento los han dinamitado al permitir que personajes como Arnaldo Otegui forme parte de su casta privilegiada. Miembro de ETA, con más de ochocientos cincuenta muertos, condenado por participar en el secuestro de Luis Abaitua y sus declaraciones acerca del asesinato de López de Lacalle,” “la organización pone sobre la mesa el papel de los medios de comunicación y de determinados profesionales de esos medios que, a juicio de ETA, plantean una estrategia informativa de manipulación y de guerra en el conflicto entre Euskal Herria y el Estado”. Con ello queríaculpar al asesinado de su propio asesinato.
La guinda del pastel llegó cuando este defensor de la democracia y de níveo curriculum enalteció el valor de dos etarras condenados por delito de sangre, Juan Paredes Manot, Txiki, y Ángel Otaegi, quienes «combatieron el fascismo» y «sacrificaron sus vidas por este país».
Sin embargo, llegó la globalización y acabó con la pureza de la raza y con algunos de los principios enumerados por su “Padre Protector”. Lo que n0 ha impedido que se reinventen y hagan del dogma una felonía.
“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”.
“El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando al hacha. Ella era inteligente, los había convencido que tener el mango de madera, era uno de ellos”.
