Los edificios públicos
Los edificios públicos tienen requerimientos de uso diferentes y requieren, probablemente, soluciones distintas a las que podrían ser válidas en el ámbito residencial. El cambio de dimensiones introduce una variación sustancial junto a las necesidades de resistencia, de condiciones de mantenimiento y de aspectos estéticos. Pavimentos industriales realizados con hormigón pulido ofrecen soluciones óptimas para espacios industriales ofreciendo además una imagen continua que permite el tránsito de personas y maquinaria. Pavimentos de resinas presentan acabados adecuados para espacios de laboratorios, de zonas que requieren una limpieza total evitando juntas y rincones donde se pueden acumular la suciedad y los microbios. Pavimentos sintéticos de linóleum, vinilo son adecuados para espacios como bibliotecas, aulas e incluso instalaciones sanitarias por sus capacidades de aislamiento del ruido, de buenas condiciones de limpieza y mantenimiento. Esta variedad de materiales amplia las posibilidades a la hora de elegir un pavimento.
Solado para una iglesia
Recientemente se ha inaugurado, tras su última restauración, la iglesia de Santiago de Ciudad Real. Y ahí se plantea de nuevo el dilema de la elección de su pavimento. Por razones diversas a las que se añade en este caso, como primordial, su valor histórico. Un interior en el que las restauraciones de las últimas décadas han dejado visibles una estructura de piedra caliza de colores claros tanto en pilares como en los elementos que conforman las bóvedas y las ventanas del ábside. Los revestimientos de los paramentos laterales son también de piedra caliza, probablemente oculta en su momento, aunque la fiebre de pensar que la piedra era el elemento visible en muchos edificios de ese momento llevó a una limpieza de paramentos excesiva dejando en pocos lugares algunas pinturas en su paramentos.
Y junto a ello elementos de especial valor y calidad ambiental como es el artesonado restaurado en el que en la madera de su estructura sobresalen colores vivos de una decoración intensa visible gracias a la iluminación de este. Elementos singulares como los dragones de las nervaduras del ábside introducen colores vivos en el interior del conjunto. Todo ello dentro de unas proporciones armónicas, de escala próxima a lo humano por la sencillez y austeridad del templo que constituye uno de sus valores esenciales.
En este espacio religioso con estas condiciones arquitectónicas singulares ¿Cuál es el pavimento adecuado? La respuesta no es fácil a tenor de los plazos que los responsables de patrimonio y la propia parroquia han tenido para llegar a la conclusión.
Pavimentos continuos de colores terrosos
Muchos de estos edificios históricos de esta época tenían un pavimento tan sencillo como la propia tierra apisonada y compactada. Ello proporcionaba un color uniforme a toda la superficie y una continuidad en la imagen de este. Ello nos hace considerar un primer elemento esencial. El color del pavimento es importante en este espacio, no puede ser un color que apague el ámbito interior de iluminación ajustada, pero tampoco debe ser un pavimento de color blanco que eliminaría el necesario contraste con los elementos esenciales de la estructura de piedra de pilares y paramentos. El mármol blanco empleado en algunas restauraciones recientes de edificios importantes de nuestra comunidad introduce un excesivo punto luminoso en la visión de este y elimina el valor de elementos de columnas y revestimientos. En alguna restauración importante se han usado pavimentos continuos de hormigón en colores terrosos imitando los posibles pavimentos originales con unos excelentes resultados.
La continuidad del material es elemento también importante para considerar. Los solados de barro considerados pavimentos tradicionales que, por ello, tienen las bendiciones institucionales necesitan, dada su ejecución, juntas gruesas que introducen visiones fragmentadas del mismo distorsionando este plano que debería ser continuo y referencia neutra de la visión del espacio en este caso. Materiales como la piedra natural con colores claros, pero no blancos, con estructura continua, con acabados no brillantes, ofrecen toda una gama de posibilidades que no hay porqué descartar y que son excelentes soluciones en espacios históricos.
Mantenimiento, conservación y uso
Junto a ello no hay que olvidar que el espacio religioso es también un lugar de culto, de celebraciones, de asistencia de fieles, de reuniones y visitas a lo largo de todo el año y que requiere por ello un mantenimiento y limpieza continuo. El barro rústico con sus gruesas juntas e irregularidades de superficie necesita una compleja tarea de mantenimiento y conservación. La solución acaba recubriendo el material con diferentes productos que crean una superficie brillante sobre los mismos ofreciendo un aspecto artificial definido por la película que los recubre y que hace olvidar el pretendido carácter natural del material original.
En este caso, tengo que dar la razón al párroco que cuestiona la solución final decidida por las autoridades de cultura. La solución del pavimento no es la idónea ni estética ni funcionalmente. La iglesia sigue teniendo la belleza de un espacio singular de nuestra ciudad, y las actuaciones realizadas eran necesarias y han conducido a mantener y conservar uno de los espacios arquitectónicos más interesantes de Ciudad Real, pero debería haber sido objeto de reflexiones, no de más tiempo que ya han sido más que suficientes, sino de más criterios de conocedores de la materia que, probablemente, hubieran llevado a otros resultados.