Hizo bien
Hizo bien la concejala de Los Yébenes en no dimitir por la difusión del vídeo erótico.
Ella misma pasó de la turbación personal del impacto de las imágenes a nivel global -qué peligro tienen los servidores- a un lógico sentido del ridículo porque un acto tan íntimo se haya colado como secuencia reiterativa del youtube para todos los públicos.
La acción que protagonizó es de lo más natural del ser humano y, como ella misma dijo, no hace mal a nadie, entre otras cosas porque nadie puede estar en contra de esta práctica y, por lo tanto, no entra en contradicción ni con los principios políticos que postula ni contra ningún tipo de moral. Bueno sí, contra la falsa, la hipócrita, la doble, la inquisidora.
Desconozco la intimidad de las personas que le gritaron ‘puta’ y ‘zorra’ , pero si a mí me calificaran de tal manera por disfrutar de mi sexualidad plenamente no me molestaría porque para nada significa una manifestación vergonzante. Claro que para tener esta posición hay que quitarse muchos lastres y desprenderse de la hipocresía que sigue intentando atenazar la moral de las mujeres.
Otra cosa es la acción delictiva del autor de la difusión del vídeo y la relación personal paralela que la concejala pudiera tener o no. Eso es otra historia.
Yo de lo que hablo es de su ejercicio como persona pública y de la cuestionada renuncia del cargo por la propagación de las imágenes, cuando hay políticos indecentes, que agreden los derechos de las personas, que faltan a la verdad (para mí es lo peor), que son incoherentes entre lo que predican y lo que ejercitan, que se lo llevan crudo, que se exceden con los empleados,…
Esos sí que deberían sentir verguenza y dimitir, y los ciudadanos tendríamos que ir a gritarles ‘putos’ y ‘putas’ a los plenos.