Para la apertura de este blog literario os traigo una obra de madurez del escritor rumano Mircea Cartarescu (Bucarest, 1956), traducida por Marian Ochoa de Eribe.
El autor nos propone un juego literario a través de una realidad paralela donde se imagina cómo hubiera sido su vida si no hubiese alcanzado la fama internacional que posee.
Se trata de un viaje narrativo que atrapa desde el principio, ya que, Cărtărescu, como alter ego, muestra una alternancia creativa entre el día, con una realidad monótona de profesor de instituto, y la noche, como mundo onírico. En realidad, es un adulto que echa de menos el mundo fantástico de la niñez mientras enseña los bellos y monumentales edificios de la capital rumana, Bucarest, en la época comunista de los 80. Sólo por esta carga visual merece la pena leer la novela. Una vez que empiezas no puedes parar de leerla y es muy recomendable.