Tener miedo entra dentro de la normalidad. Cada ser humano los desarrolla de maneras diferentes. Si el miedo se descontrola y no lo controlas, se convierte en una fobia.
Pero ¿por qué? Por la inseguridad, por la educación, por nuestra naturaleza, por la sociedad… siempre hay algo que tememos porque anticipamos cosas que todavía no han sucedido y seguro no van a pasar…
En todos los ámbitos de la vida hay momentos que te producen esa inseguridad que tienes la sensación de que se te escapan. Afróntalo sin más. El miedo se alimenta de mentiras y excusas que te pones para no verlo. Además, no olvides que nuestra naturaleza, nuestra bioquímica no la podemos dejar de lado. Una persona, a la hora de afrontar la enfermedad, puede no tener miedo, pero las reacciones químicas del cerebro o de la medicación que le estén administrando la condicionan. Todo hay que tenerlo en cuenta.
El abuso psicológico, ¿cómo lo detecta?
En primer lugar, debes ser muy observador. Si te encuentras con una persona así, notarás que te quita energía. Que su comportamiento contigo no es coherente. Que aparentemente lleva una vida normal, pero en privado te ataca, se mete contigo de forma sutil.
Una cuestión importante es la capacidad para confundirte y producirte lástima. Van de víctimas por la vida.
No van a dialogar nunca contigo, son agresivos y buscan la manera de engancharse a ti.
Puede ser cualquier persona; tu jefe, tu pareja, un familiar, tu mejor amiga, quien sea.
Critican a los demás y tú eres su cómplice. A ti también te van a criticar…
No puedes profundizar con ellos. Hablan poco y no se compadecerán contigo.
Son controladores o controladoras y muy dominantes. Si algo quieren de ti, al final se saldrán con la suya, si te dejas.
Qué podemos hacer… Apartarnos de ellos cuanto antes, ni caso, no hay que hacerles caso. Te atacan por las emociones y los sentimientos que es de los que se alimentan.