La explosión final con la que, irremediablemente, termina la vida de las estrellas es en realidad donde comienza la complejidad química del Universo. Durante estas explosiones se sintetizan la mayoría los elementos químicos que encontramos en la Naturaleza, especialmente los más pesados como el Oro, el Plomo o la Plata. La explosión lanza estos materiales al espacio dando lugar a nebulosas, que con el tiempo acaban formando parte de nuevas estrellas o de sistemas planetarios como en el caso de la Tierra.
Para obtener la foto de esta quincena apunté mi telescopio hacia el centro de nuestra galaxia, en la constelación de Sagitario, y por esa razón vemos tantísima cantidad de estrellas y “polvo” interestelar. A pesar de esa sensación de mucha materia acumulada, las distancias entre los puntitos que vemos son tremendamente grandes, y si nuestro planeta orbitase alrededor de cualquiera de ellos veríamos por la noche un panorama similar al que tenemos aquí. La luz de la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri, tarda 4.2 años en llegarnos… ¡y es la más cercana! No es un caso raro: la distancia media entre estrellas en la galaxia es 5 años luz… Pero es que si nos salimos de la galaxia nos encontramos un inmenso espacio vacío hasta encontrar otra galaxia similar… La galaxia de Andrómeda, que es la más próxima a la Vía Láctea, está más de un millón de veces más lejos que Próxima Centauri (a 4.5 millones de años luz). Por todo ello podemos concluir que el Universo es casi todo vacío.
La más grande, en la derecha, es la nebulosa de la Laguna (M8). Es una nebulosa de emisión y se aprecia en su interior el cúmulo abierto de estrellas Herschel 36, que es el que ioniza el gas haciendo que brille de color rojo. En la zona izquierda está la nebulosa Trífida (M20) que es un ejemplo de mezcla de nebulosas de 3 tipos: tiene una zona roja de emisión similar a la Laguna en la parte derecha, y unas hebras oscuras (nebulosa oscura) que están situadas entre la nebulosa y nosotros y tapan la luz rojiza, dividiéndola en tres secciones. Finalmente se aprecia una zona de reflexión azulada en la parte izquierda. En este caso se trata de material que no está tan caliente como para emitir luz propia, pero que refleja la luz producida por las estrellas de la zona, sobre todo la radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes más masivas. Esta clasificación de las nebulosas se basa en su comportamiento luminoso, hablaremos en otra ocasión de la clasificación en base al evento que las origina. Un poco más abajo que M20, en el borde izquierdo de la foto y casi de refilón, podemos ver el cúmulo abierto M21, y en el lado inferior derecho el cúmulo globular NGC 6544. Ambos son agrupaciones de estrellas, pero los abiertos están formados por estrellas más jóvenes y contienen cientos o miles de estrellas; mientras que los globulares cuentan con cientos de miles o incluso millones de estrellas mucho más viejas (más de mil millones de años).