La Universidades públicas como casi todas las instituciones en este país no son modelos de trasparencia en sus informaciones. En muchas ocasiones es difícil obtener datos y homologarlos con los de otras universidades para poder establecer comparaciones y definir parámetros de actuación. El Informe sobre la Universidad en cifras de la CRUE tiene ya fecha de 2010 lo que supone tres años de carencia de informaciones conjuntas. Por ello el informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) es relevante en cuanto que nos da informaciones que reitera año tras año lo que permite un seguimiento de los datos y establece contrastes con nuestro entorno europeo. Un amplio documento con informaciones sobre diversos ámbitos de las universidades españolas. Un informe con multitud de datos de los que hoy querría comentar uno de ellos. (Puede verse el informe completo en: http://www.fundacioncyd.org/informe-cyd/informe-cyd-2012).
En esta serie de recortes y bajadas de presupuestos para la financiación de lo público, se está produciendo un incremento notable de la aportación que se pide a los particulares. Las tasas académicas han subido de forma exponencial en estos dos últimos años de gobierno popular buscando así, junto a la reducción de la financiación pública, una exigencia de esfuerzo a las familias que quieren que sus hijos tengan estudios universitarios. Según el informe de la Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo) el incremento medio anual de los precios públicos ha crecido en Castilla-La Mancha en primero y segundo ciclo y en grado un 20,3% cantidad nada desdeñable. Hay comunidades como Madrid que lo ha subido un 67,4%, Cataluña que lo han subido un 66,7%, Castilla León un 37,6 % o la Comunidad Valenciana un 33,3 %. De esta manera volvemos a ser campeones situándonos en 5º lugar de todas las universidades públicas españolas en la subida de los precios públicos.
Porque hay comunidades como Andalucía, País Vasco o Navarra que han experimentado subidas de un 2 o un 4% en sus precios públicos. Un buen referente de la forma de actuar de sus responsables políticos y académicos. La Ley 14/2012 de medidas urgentes de racionalización del gasto público estableció unos umbrales para los precios públicos para aproximar gradualmente su cuantía a los costes de prestación del servicio. En todas las universidades públicas europeas es el estado el que financia un porcentaje amplio del coste de la actividad por alumno siendo nuestro país uno de los que dedica menor porcentaje a ello. Ahora, esta participación se ha reducido de forma notable estableciendo condiciones imposibles de asumir para muchas familias. La aplicación en las comunidades autónomas de sus competencias en materia de precios públicos ha provocado una dispersión regional de precios por crédito matriculado de gran importancia. La media de los precios públicos del crédito matriculado en primera matrícula sigue situando a Castilla-La Mancha en un nivel muy alto desgraciadamente.
Y si eso es así en el primer y segundo ciclo y en el grado, el camino seguido en los másteres es realmente impresionante. La subida de los precios públicos alcanza porcentajes del 170% en Canarias, del 130 en Cataluña, del 144 en Andalucía y apenas un 2% en el País Vasco. En castilla-La Mancha el incremento es del 39,9% es decir cerca del 40%. Estamos asistiendo a un proceso de desaparición de la oferta de los másteres desde la Universidad Pública en condiciones accesibles para todos los alumnos a un ritmo vertiginoso. Este tercer ciclo de formación queda exclusivamente como una oferta difícilmente asumible para muchos estudiantes. El incremento brutal de los precios públicos elimina de esta posibilidad a numerosos estudiantes. Y por otra parte equipara la oferta de las universidades públicas a la de las privadas estableciendo una equiparación que en muchos casos no se corresponde con los contenidos reales.
La financiación pública insuficiente desde la administración regional responsable de la misma está llevando a la Universidad de Castilla-La Mancha a introducir incrementos muy notables en los precios que deben aportar los alumnos expulsando de la posibilidad de estudiar a colectivos importantes y convirtiendo la universidad en un elemento de segregación mientras que hasta el momento había sido un lugar de oportunidades para todos en esta región. Según los datos de la Universidad de Castilla-La Mancha en los presupuestos de este año, los precios públicos financian ya el 20% del presupuesto total. Caminos de expulsión, de diferenciación social que tanto gustan a los planteamientos de política popular y que se están imponiendo a golpe de decreto en este ámbito como en otros muchos.