Hoy quiero compartir con vosotros un bizcocho que, sin planearlo, se convirtió en una tradición en casa. Desde que mi hija era pequeña, ha sido parte de nuestros desayunos, meriendas e incluso celebraciones
especiales.
Siempre he buscado alternativas saludables a los bizcochos y pasteles comerciales, que muchas veces contienen ingredientes con menor valor nutricional y, en algunos casos, no son recomendables para ciertas edades. Pero no solo quería algo saludable, sino que también tuviera un sabor delicioso, una textura irresistible y que pudiera gustar a todos, incluso a quienes están acostumbrados a opciones más tradicionales.
Después de varios intentos y ajustes, encontré la inspiración para crear mi propia versión: un bizcocho equilibrado, nutritivo y, sobre todo, lleno de sabor. Hoy, quiero compartir esta receta con vosotros, esperando que también pueda formar parte de vuestros momentos especiales.»
Ingredientes:
- 2 huevos
- ½ taza de aceite de oliva suave
- 2 zanahorias medianas ralladas
- 1 plátano maduro (cuanto más maduro, más dulce)
- 1 taza de harina integral, de espelta o de avena
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- ½ cucharadita de canela en polvo
- ½ cucharadita de cacao puro en polvo
Preparación:
Primero empezaremos mezclando los ingredientes líquidos: Bate los huevos con el aceite hasta obtener una textura uniforme.
Incorpora, a continuación, los ingredientes frescos: Añade la zanahoria rallada y el plátano machacado, asegurándote de que todo quede bien integrado.
Prepara la base: En otro recipiente, combina la harina con la levadura, la canela y el cacao puro.
Une ambas mezclas: Agrega poco a poco los ingredientes secos a los líquidos, removiendo hasta obtener una crema homogénea.
Hornea: Reparte la mezcla en moldes individuales para magdalenas o en un molde grande para bizcocho. Hornea a 180°C durante 25-30 minutos, hasta qué al pinchar con un palillo, este salga limpio.
Deja enfriar y disfruta: Perfectos para acompañar con yogur, fruta o un toque de mantequilla de frutos secos.