Con la llegada del buen tiempo, ¿por qué no incorporar opciones más frescas a nuestro desayuno? Un ingrediente que nunca falla en aportar frescura es, sin duda, la fruta. Cualquier fruta puede convertirse en la estrella de un plato, pero hoy te propongo una opción deliciosa: preparar una macedonia.
La macedonia es versátil y se adapta a todos los gustos, necesidades energéticas y momentos que podamos estar atravesando. La clave está en elegir las frutas que mejor se ajusten a nuestras preferencias y objetivos. Por ejemplo, si buscas un desayuno que facilite las digestiones pesadas, opta por papaya, piña natural y arándanos. La papaya y la piña contienen enzimas naturales, como la papaína y la bromelina, que favorecen el proceso digestivo.
Si, por otro lado, necesitas aumentar tu consumo de fibra, elige frutas como kiwi, ciruelas y fresas, ideales para apoyar la salud intestinal. ¿Te gustaría un extra de antioxidantes? Las uvas y la granada son perfectas para combatir el estrés oxidativo. Y si tu objetivo es mantenerte hidratado desde temprano, apuesta por frutas ricas en agua como la sandía, el melón o la naranja.
La macedonia no solo es saludable, sino que también es una La macedonia no solo es saludable, sino que también es una explosión de colores y sabores que alegra la mesa. Personalízala como más te guste y empieza el día con energía y frescura.
Una vez tenemos nuestra macedonia, la podemos comer tal cuál o añadirle un toque cremoso, te dejo varias opciones: Yogur natural o griego natural.
Queso fresco batido o quesos cremosos.
Preparados vegetales: yogur con base de coco, yogur con base de almendra o de soja, en versiones naturales y sin azúcar.
Apunta esta idea: Macedonia de frutas tropicales con yogur vegetal de coco
Coge un bol o tazón y trocea kiwi amarillo, piña natural y papaya. Para añadir cremosidad usaremos yogur vegetal de coco, una buena cucharada.
Terminaremos decorando con semillas de chía, que añadirán un toque sutil y un extra de nutrientes. Si buscas un toque especial, incorpora trocitos de chocolate negro (mínimo 85%) para balancear el dulzor natural de la fruta.
Esta opción no solo es apta para vegetarianos y veganos, sino también perfecta para quienes sufren de alergias a las proteínas de la leche de vaca, intolerancia a la lactosa o problemas digestivos, ya que la fibra que contiene ayuda a regular la función intestinal, es decir, no provoca estreñimiento, pero tampoco gases y malestar.
Además, la combinación de ingredientes es ideal para hidratar el cuerpo y proporcionar una dosis equilibrada de energía natural.