Abarcan desde 1.900 hasta 1.999. Se comenzará con uno de los más recientes posibles, “Más fuerte que su destino” de 1998, una primorosa y preciosa producción estadounidense que nos traslada a la colorida república veneciana del siglo XV. Se centra en la figura real de un personaje real, del que no existe mucha información, pero la recogida resulta de lo más apasionante… Verónica Franco, poeta y espadachina, que se tuvo que meter a cortesana (hablando en plata… a puta) para poder acceder a las atenciones de su amado aristócrata. Atención a una breve pero sustanciosa aparición de una incipiente madurita Jacqueline Bisset, verdaderamente espléndida y bellísima. Impresionante ese discurso final de su formidable protagonista, Catherine McCormack (la esposa de William Wallace en “Braveheart”) a la línea de flotación de una de tantas sociedades que hicieron de la hipocresía social -en toda su extensión- su mayor distintivo: políticos, religiosos, prebostes…
El segundo clásico en salir a escena, el 24 de octubre, es uno de los títulos culminantes y referenciales del cine más sólida y arrebatadoramente romántico, “La colina del adiós”, esto es en el original “El amor es algo maravilloso” (popular tema musical que suena en los títulos de crédito y que se escucha de fondo en diversas escenas). Una película atrevida para su época por hablar de amores interraciales, los entablados entre una eurosiática (Jennifer Jones… inolvidable en mi favorita “Jennie” o “Duelo al sol” como la mestiza Perla Chávez). Ambientada en un Hong Kong de verdadero ensueño, de tarjeta postal.
Todas estas propuestas tendrán lugar a las 7 de la tarde (o 19:00 horas), serán gratuitas (reservando un porcentaje del 50 por ciento de asientos a socios del cine-club), por tanto, podrá acceder quien así lo desee y se dé prisa en coger asiento, y estarán convenientemente dobladas, la mayoría con doblajes de la época o los que efectuara en su momento Televisión Española.
Con el antecedente de esos otros 400 clásicos proyectados en el Deicy Reilly´s durante nueve años por parte del menda lerenda, creo que supone una proposición que puede hacer muy felices a los grandes amantes del Séptimo Arte y aficionados en general.