La adopción

No solo responde a sus buenas expectativas, sino que me sorprende muy gratamente. Es una historia muy seria y muy bien llevada sobre la adopción de niños en la Europa del Este. De hecho, parte de la vivencia personal de su directora y guionista, la argentina afincada en España, Daniela Féjerman (hermana del músico Andy Chango), que vivió similares circunstancias cuando hace años fue a buscar un crío a Ucrania. Aquí se prefiere no determinar el país, supongo que para no herir susceptibilidades. El rodaje tuvo lugar en la lituana ciudad de Vilnius por la situación que ya comenzaba a atravesar el país invadido y arrasado por el genocida Vladimir Putin.

En su primer trabajo en solitario (ha firmado con Inés París o González-Sinde “A mi madre le gustan las mujeres”, “Semen, una historia de amor” o “7 minutos”), la cineasta demostraría recursos sobrados para describir la pesadilla, casi la agonía de esa pareja protagonista que se enfrenta a la corrupción de una sociedad, de todo un sistema. También a la impunidad y a la vileza con la que se puede comerciar con la vida de los más indefensos, a veces tristemente por parte de familiares muy directos.

Agradezco que no se deje llevar por el sentimentalismo facilón o el melodrama barato. Sí es lógico que muestre la progresiva y dramática repercusión en la relación de la pareja. La propia autora la ha definido perfectamente, “como un cuento de Navidad escrito por Kafka”.

Disfruto mucho con la interpretación creíble, veraz, delicadeza y hondura de la pareja protagonista, la gran actriz Nora Navas (“Pan negro”, “Felices 140”) y Francesc Garrido (“Smoking room”, “El truco del manco”).

Fue una de mis cinco películas españolas favoritas vistas en 2015, junto a “Truman” o “El desconocido”. Si la desconocen, hagan lo posible por descubrirla.