Por ejemplo, una cierta violencia rayana en la parodia que acaba erigiéndose en la reina de la historia. También resulta de lo más sustancioso su reparto, encabezado por un siempre sólido, consistente y un tanto pétreo Gerard Butler y continuando con la “novata” Alexis Louder, por no hablar de los que realmente son los reyes de la función, Frank Grillo como un estafador de malas pulgas y Toby Huss (Lamb) como un asesino verdaderamente psicópata.
Todo ello en aras a un espectáculo adrenalítico y claustrofóbico ambientado en una aislada comisaría de un pueblo de Nevada y dirigido sin grandes pretensiones y con ánimo o vocación palomitera por Joe Carnahan (responsable a principios del siglo XX de dos notables títulos –“Narc” y “Ases calientes”- dentro del género al que pertenece este exponente… el thriller más o menos testosterónico)”. (José Luis Vázquez)