Si te has pasado o excedido… Lo que se desprende de todos estos días, porque todavía no hemos terminado es lo siguiente: Dolores de cabeza, trastornos digestivos, algún disgusto que podría haberse evitado en toda regla y vacío de la cartera, arrepintiéndonos de actitudes que repetidamente venimos haciendo siempre. Mira, son fechas de auténtico consumismo, a todos los niveles, no nos falta de nada y casi siempre nos quedamos en la superficie de las cosas, porque el hecho de reunirse, no solo tiene el fin de terminar haciendo lo mismo, sino de reencontrarnos con nosotros mismos y con nuestros familiares, compartiendo todo lo bueno e incluso lo malo y siempre haciendo crítica constructiva de las cosas.
Es un buen momento para felicitaros el año y momento también para REFLEXIONAR A NIVEL PSICOLÓGICO y decir cosas que puedan ayudarte a mejorar las relaciones humanas. Momento para aprender a comunicarnos y expresar lo que sentimos, sobre todo a las personas que nos importan.
Las cosas son como son, la realidad es la que manda y yo lo digo siempre, la experiencia psicológica te ayudará a vivir la vida de otra manera. No tengas la sensación de haber perdido el tiempo, el tiempo se escapa rápidamente porque es un saldo de experiencia vital que se gasta quieras o no quieras. No se pierde, en el momento en que te das cuenta que realmente lo valoras, aunque sea duro reconocerlo. La experiencia psicológica ha tenido un sentido y eso te va a ayudar mucho, y la persona o personas que han estado a tu lado te han fortalecido y te han enseñado a vivir de otra manera. Si tienes la oportunidad, nunca te quedes con dudas y aprende a responder a los problemas y evitar los bloqueos psicológicos, preguntarte… el porqué de las cosas o qué sentido tienen. Estos bloqueos son los responsables de la ansiedad que padeces. Debes tratarlos ahora que tienes la oportunidad. Tanto lo mucho que has ganado en salud, como crees que la has perdido tiene su sentido y debes continuar en esa dirección y en ese camino. Míralo desde ese punto de vista y verás lo bien que te vas a sentir. El reconocer los fallos también nos ayudará a entender lo que te ha pasado.
La Navidad nos recuerda a los seres queridos, a la familia, a las personas que ya no vemos, a las que queremos ver, incluso a esos amigos que siempre llevamos en nuestros corazones allá donde se encuentren. El pensamiento entra en una fase de recuerdos nostálgicos, de vivencias agradables y detalles, que, en su momento, fueron insignificantes, pero que ahora, poseen un gran valor para todos nosotros. Esas demostraciones de alto valor son las que nos sostienen diariamente.
Las Fiestas Navideñas también son un quebradero de cabeza para aquellas personas que no llegan a fin de mes, que tienen problemas para pagar sus deudas, que sufren muchísimo cuando ven que llegan Papa Nöel o los Reyes Magos y no pueden gastarse el poco dinero que tienen en regalos para sus niños, o pequeños. Es muy triste pensar que a pesar de que la Navidad es tan bonita, con sus luces de colores, con constantes reclamos de regalos, incluso de sentimientos por los demás, es para algunas personas un recuerdo de lo mal que se encuentran, de la falta de cariño, de ternura, de apoyo, preocupación, o de apego. Sufren muchísimo…, por lo tanto, tienen un cierto rencor por la Navidad, porque la vida y sus circunstancias son negativas, por desgracias que no se han podido evitar, por la soledad de las personas mayores que son apartadas del jolgorio típico de la tradición, por nuestras soledades y fantasmas personales que acuden de vez en cuando cantándonos las verdades de la vida, pero todo lo que te rodea es en cierta forma un modo de hipocresía de felicidad que se observa en todas partes. Si te acompaña la enfermedad y las adicciones, los problemas se multiplican. Puede aparecer la ira por la frustración, y para las víctimas la “depresión”.
Alcohol y drogas: En Nochebuena, en Navidad, en Noche Vieja o en Año Nuevo, o durante el periodo de fiestas, existen más de lo que te imaginas. Por otra parte, el detonante es -la acumulación de rencor- por desavenencias constantes durante el año, y obviamente el consumo de bebidas alcohólicas o drogas tóxicas son proclives a la impulsividad y la agresividad manifiesta, sobre todo en aquellas personas de naturaleza violenta o aquellas que “ya no pueden soportar más, una situación complicada”. Es posible que para esas personas sea –una excusa- beber intensivamente o drogarse, para después generar esa agresividad, o tal vez “defenderse” para explotar en una cena en la que se reúne la familia para demostrarse amor, cariño, amistad, comprensión, ternura y cierta felicidad.
Esas fantásticas cenas se pueden enturbiar cuando las personas “se cantan las cuatro verdades” a la cara, y cuando se actúa sin el debido entendimiento, empatía o reflexión, debido a que las relaciones personales ya llevan mucho tiempo rotas, y la excusa es reunirse por “tradición”. Seamos observadores, no forcemos situaciones familiares, que las consecuencias son imprevisibles. Mis mejores deseos para todos.
FELIZ AÑO