Las estimaciones de producción de cereales de otoño invierno en la actual cosecha, para su comercialización en la temporada 2019-2020, apuntan a un fuerte descenso respecto al ejercicio precedente.
Según los datos del último informe de Avances de Superficies y Producciones Agrícolas del Ministerio de Agricultura, el retroceso medio estimado en volumen de grano a nivel nacional es del 24,6 por ciento.
Con carácter general, todos los cultivos herbáceos experimentarán bajadas importantes, apunta el ministerio, en especial la avena (con un 45,4% menos) y el trigo duro (con un descenso previsto del 42,4%).
El decrecimiento será más notable en Castilla-La Mancha, a tenor del balance excepcional al alza registrado el año pasado, con 772.100 toneladas de trigo, frente a las 631.000 previstas para la presente temporada. En cebada, la región cosechó 2,4 millones de toneladas, frente a las estimaciones actuales de 1,9 millones, así como el centeno bajará a 17.800 t, tras caer casi la mitad las 37.000 recogidas en 2018.
La misma tónica registra Ciudad Real, con previsiones de producción de 363.154 toneladas de cebada, frente a las más de 451.000 t de la pasada recolección. También se prevén 38.600 t de trigo, 3.000 t menos que hace un año, y 2.300 t de centeno, que apenas ha variado.
Sementera
Precisamente, estos últimos días y animados por las últimas lluvias, muchos de los cerealistas de la provincia han generalizado la sementera, para aprovechar un escenario algo más óptimo.
Previamente han estado preparando los barbechos para que la plantación tenga rendimiento y rentabilice los costosos gastos de producción: la adquisición del grano (en un 31% se compra certificado en Castilla-La Mancha), el combustible de tractores y sembradoras, y los productos de fertilización.
“Ahora hay más tempero que la semana pasada y una mejor cobertera de la tierra”, indica un productor a El Campo.
En conjunto, sembrarán en el territorio provincial unas 230.000 hectáreas (más del 60% de cebada), un 15% menos que el pasado año, principalmente en las comarcas de raigambre cerealística como Campo de Montiel, La Mancha y Campo de Calatrava.
Aquí, es tradicional sembrar cebada, trigo y avena, además de leguminosas en grano. Para estas familias de Fabaceae también se prevé una cosecha a la baja, principalmente en veza (con un 54,4% menos), yeros (que descenderá un 48,2%) y garbanzos (con un retroceso del 47,7%).