En un escenario de cambio climático, territorios tan vulnerables como Castilla-La Mancha, con déficits ecológicos y falta de infraestructuras hidráulicas, están obligados a hacer una gestión eficiente de la demanda de agua para la agricultura y la industria agroalimentaria.
Los cada vez más presentes periodos de sequía y la falta de recursos hídricos hacen que el modelo de regadío tenga una importancia económica y social crucial a la hora de mejorar la viabilidad y la competitividad de la agricultura.
Por ello, es necesario que los agricultores, ganaderos, técnicos de empresas y cooperativistas, como principales actores del sector, reciban una formación especializada y aprendan a gestionar de manera sostenible un recurso escaso y caro.
Este es el principal objetivo de la Universidad Internacional de Riego, una plataforma digital (universidadderiego.com) que desde hace dos años ofrece formación on line y presencial sobre todo tipo de sistemas y estrategias de riego, y da las pautas para una rentable planificación, gestión y manejo del agua.
En concreto, según la presentación de la entidad, promueve la transferencia de conocimientos y la innovación en el riego que elaboran las universidades, centros de investigación y fabricantes de nuevas tecnologías a los agricultores y otros profesionales.
Helena Cuartero, una de las portavoces de la universidad, con sede en Alcázar de San Juan, asegura que la aplicación de sus enseñanzas, que ya han recibido unas 150 personas, pueden permitir ahorros de hasta el 70 por ciento en el gasto energético, y entre el 30 por ciento y el 50 por ciento en el uso del agua en cualquier explotación.
En conjunto, y a través de clases telemáticas, instruyen a los alumnos en fundamentos básicos de riego, las necesidades hídricas de los cultivos y los sistemas de riego, con el fin de no malgastar ni una sola gota de un recurso tan vital.
“Nuestra formación comienza por la relación suelo-agua-planta”, comenta la ingeniera agrónoma, para hacer comprender que el agua es esencial para la vida y para el desarrollo socioeconómico de los territorios, y como bien público hay que preservar entre todos.
La también consultora en eficiencia hídrica y energética en instalaciones de riego explica que la idea de montar la plataforma surgió hace tres años por parte de un grupo de expertos en este ámbito ante las carencias detectadas en colectivos donde el agua es una herramienta principal de gestión.
“A medida”
Desde entonces han impartido diferentes cursos a través de su programa web y “a medida” con carácter privado, telemáticos y presenciales, que han llegado a alumnos de toda España y de países como Portugal, Ecuador, Perú, Honduras, República Dominicana, o Argentina.
En la actualidad, la cartera de la universidad se ha sumado a la oferta de formación bonificada de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (conocida como tripartita), así como están llegando “a más número de agricultores” a través de los cursos homologados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el manejo de agua, a los que han de acudir de manera obligatoria los regantes que reciben ayudas públicas en materia de regadío.
Entre los cursos diseñados por el claustro están los de diseño agronómico en aspersión, microaspersión y en goteo, diseño hidráulico en aspersión y en goteo, sobre la fertirrigación en riego localizado, el riego de precisión basado en las últimas tecnologías, o la gestión de riego por telecontrol, a 150 euros cada uno, un precio que puede ser bonificado o rebajado si se combinan con otros cursos de la web.
Competitividad y rentabilidad
Cuartero reflexiona respecto a la obligación que tienen los agricultores, sobre todo los más jóvenes, a modernizar sus explotaciones “por competitividad, rentabilidad, calidad de vida y sostenibilidad medioambiental”.
“El que no se suba al tren no será competitivo”, advierte la experta, que valora la capacitación de los productores a la hora de justificar el agua que consumen y la oportunidad de profesionalizar el regadío, a través de la formación online-presencial especializada que la Universidad Internacional de Riego ofrece en su programa de cursos.
“Si ponen el agua en el cultivo en la cantidad y momento oportuno tendrán los mejores resultados y máxima rentabilidad”, sostiene, y “para ello es necesario este tipo de conocimientos”.
“El agricultor ha de tomarse en serio el uso del agua”, demanda, ante la necesidad de adaptarse a unos planes de extracciones cuyas dotaciones son bajas.
Claustro docente
Cuartero destaca la cualificación de los quince profesionales que conforman el claustro docente, la mayoría ingenieros agrónomos o agrícolas, y todos ellos “en activo y de experiencia contrastada”.
La necesidad de profesores es continuada porque la plataforma “es diversa, de base amplia, y prestigiosa”, y con unos contenidos supervisados no solo por estos expertos sino por centros de I+D+i, universidades y fabricantes.
53.696 hectáreas regadas en la región
España es el primer país en superficie regada de la Unión Europea, con más de 3,7 millones de hectáreas, lo que supone el 22% de la superficie cultivada y el 67% de la producción vegetal.
Cerca del 53% de esta superficie es de riego localizado, lo que sitúa a nuestro país como líder mundial en la implantación de este sistema.
Estos datos dan idea, según el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, de la importancia del regadío para la agricultura, ya que permite incrementa la producción y el valor añadido, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de los agricultores y a fijar la población en el medio rural.
En Castilla-La Mancha
La superficie cultivada en regadío en Castilla-La Mancha se situó el pasado año en 553.969 hectáreas, el 14,67% del total nacional, según el Informe Sectorial Regadíos 2018 difundido por el Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación (Mapa).
Los datos, publicados a partir de la información de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (Esyrce), apuntan a un aumento de la superficie regada, acompañado de una tendencia en la evolución de los distintos tipos de riego.
Dicha superficie irrigada representa el 6,97% del total de la extensión geográfica regional -7.946.100 hectáreas- y un 14,93% de la cultivada -3.709.967 ha-.
Igualmente, según la estadística, es la segunda comunidad, por detrás de Andalucía con mayor superficie regada bajo la modalidad de sistema localizado (346.820 ha) y es concretamente el cultivo del viñedo l de mayor extensión, con 229.873 hectáreas.
El riego por gravedad tuvo un auge aquí de 2009 a 2015, pero en los últimos años se mantiene en torno al 4,5% de la superficie regada total.
El resto de sistemas acusan un descenso paulatino.
Porcentualmente es el riego por aspersión el que en los últimos once años acusa un mayor descenso.
En Castilla – La Mancha los cultivos de viñedo, olivar, cebada de 2 carreras, trigo blando, almendro y maíz representan el 75,59% de la superficie de regadío.
El cultivo del viñedo tiende a igualar su superficie en secano y regadío, los cereales sin embargo son muy minoritarios en lo que a su superficie regada se refiere siendo inferior al 15% de la total. Olivar y almendro tan solo presentan un 13,78% y un 21,01% respectivamente de superficie regada mientras que el maíz supera el 96% de superficie en regadío.