Así sucede en una curiosa noticia que firma Félix Abundio García, funcionario del Ayuntamiento y conocido en Miguelturra como Abundio, que en 1972 empezó a colaborar en Lanza haciendo, entre otros trabajos, las crónicas del Miguelturreño de fútbol y “publica una noticia súper curiosa cuyo titular es que se estaba haciendo un complejo turístico y una gasolinera entre Miguelturra y Ciudad Real, lo que actualmente es el Jani, pero luego las fotografías de abajo que acompañan al texto son dos del Carnaval: una en la Plaza y otra de una rondalla pasando por una calle”, comentó Rafael Sánchez Espinosa, trabajador de la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real e investigador local.
En esta noticia, “habla de la construcción del complejo turístico pero, de pronto, cambia y empieza a hablar de las fiestas carnavaleras, sin mencionar jamás la palabra Carnaval. Lo llama fiestas tradicionales que se celebran en lugar de las suprimidas de Carnaval pero en realidad está hablando del Carnaval. Era una noticia como enmascarada, seguramente para salvar la censura, incluyendo una noticia dentro de otra que no tiene nada que ver”, apuntó Sánchez Espinosa, quien participó en las III Jornadas Culturales del Carnaval de Miguelturra con una conferencia titulada ‘Máscaras y Silencio’ en relación con la presencia histórica de estas fiestas en los medios de comunicación.

“Luego, al año siguiente, publica otra noticia pero, como no debió haber ningún problema, ya sí la titula directamente como las Fiestas Tradicionales que se han celebrado en Miguelturra”, apreció Sánchez Espinosa sobre estas crónicas del 73 y 74, años en los que “todavía estaba prohibido” el Carnaval: “Todo el mundo venía aquí, sabía que existían las máscaras, pero no se podía hablar de ello en la prensa”.

Una de las primeras noticias respecto al Carnaval churriego es de 1849 y apareció en un periódico de Madrid, ‘Clamor Público’, en la que “nos habla de una especie de escena que se hacía en Miguelturra en la que se simulaba el ahorcamiento de un muñeco. Se hacía un juicio sumarísimo, había gente vestida de frailes y supuestos familiares del muerto que se dedicaban a llorar, había música – elementos que han llegado hasta nuestros días en el actual entierro de la sardina – y se relata la gran expectación popular de una tradición que venía de siglos atrás”, lo que refrenda lo que “siempre hemos dicho en Migueltura, que el origen del Carnaval se pierde en el tiempo”.
Previamente, en 1845, hay otra noticia sobre el Carnaval religioso que aparece en el periódico carlista El Católico, en la que “de rebote” se habla de Miguelturra. En realidad, tiene que ver con el Carnaval religioso de Ciudad Real, las Cuarenta Solemnes Horas, pero incluye una especie de postdata en la que se le da “un toque de atención” al orador que había estado en Ciudad Real el primer día y en Miguelturra el tercer día de Carnaval.
Emblemática es la noticia de 1898 de La Juventud Torralbeña, periódico que se editaba en Ciudad Real y se distribuía en Torralba de Calatrava, en la que “se detalla bastante cómo se celebraba el Carnaval de Miguelturra” y también han llegado bastantes noticias de El Pueblo Manchego, activo desde 1911 hasta 1937, en las que se comentaba la mucha animación y bailes de estas fiestas en la localidad churriega, indicó Sánchez Espinosa, que resaltó los bandos que se publicaron en el Boletín Oficial de la Provincia durante el franquismo de prohibición del Carnaval, algo que deja de producirse en el año 79 cuando empezaron los ayuntamientos democráticos.
También antes del franquismo, hubo limitaciones como en la dictadura de Primo de Rivera en la que los días de Carnaval “se decretaron laborales, no podían ser festivos, entonces solamente se podía hacer Carnaval los domingos”.
“Y luego en Ciudad Real, en varias épocas, hubo bandos de distintos alcaldes en los que se prohibía la máscara callejera. Hubo una época, a finales de la segunda década del siglo XX, en la que el Carnaval de Ciudad Real era muy parecido al de Miguelturra. Se celebraba en la calle General Margallo, actual calle Morería, y llegaba hasta la Plaza Mayor con mucha máscara callejera”. No obstante, había a quienes no le gustaba mucho y poco antes de comenzar los años veinte se trasladó al parque de Gasset, donde “se montaban tribunas e iba la gente en plan de comparsas, carrozas, coches engalanados y demás, dejando atrás la máscara de calle, justo lo contrario que en Miguelturra”, siendo esto “fiel reflejo de los Carnavales actuales, donde actualmente en Ciudad Real lo más importante es el desfile y en Miguelturra la máscara callejera”.
En su intervención, en la que también habló de la revista gráfica Vida Manchega en la que aparecen fotografías de estos años con máscaras en la Plaza Mayor de Ciudad Real que “podrían ser perfectamente de Miguelturra, Almadén, Herencia o cualquiera de los pueblos donde se han seguido celebrando las máscaras callejeras”, Sánchez Espinosa comentó cómo al final de la dictadura de Franco empezó a volver a aparecer con más libertad el Carnaval de Miguelturra, más que en Lanza, en la Hoja del Lunes.

“A día de hoy, el vestigio más antiguo que encontramos del Carnaval churriego se corresponde con el religioso y es de 1770”, en el censo de gremios y hermandades que mandó realizar el Conde de Aranda, en el que se habla de las cofradías en Miguelturra “y se dice que había un grupo de personas que recolectan dinero para los oficios de las Cuarenta Horas e incluso se llega a indicar que si sobraba dinero, que muchas veces era sólo para el primer día, se gastaba en cohetes o pólvora”, apuntó Francisco Manuel Peco, director de las Jornadas Culturales del Carnaval de Miguelturra e investigador musical que está realizando una tesis doctoral en la que “intenta reconstruir el ritual del Carnaval de Miguelturra con su transformación, influencias y vestigios y recuperar noticias y documentos olvidados”.
“Es un ritual que no sabemos cuándo empieza”, en el que destaca “la bondad y calidad humana que hay detrás de nuestras máscaras, el saber dar y recibir broma”, y un acto social con el que “culmina el invierno y que nos lleva de lleno a iniciar un nuevo año disfrutando de unos días de comunidad”.

“Miguelturra sale a la calle porque el Carnaval es parte del corazón del pueblo y lo disfrutamos como nuestro. Es una fiesta del pueblo, que nombra a sus Máscaras Mayores y elige al Rey del Carnaval, a quienes tratamos como autoridades esta semana”, apuntó el responsable de unas Jornadas que, en su tercera edición, también contó con conferencias como la de Román González, catedrático de Composición del Conservatorio Superior de Castilla-La Mancha, que habló de la música y el Carnaval deteniéndose en una selección de piezas musicales que tienen su inspiración o se basan en diferentes aspectos de estas celebraciones. En concreto, se centró en el Carnaval centroeuropeo en el que se utilizan valses y movimientos de la danza de la aristocracia, piezas de Hector Berlioz que se basan en las carreras de caballos del Carnaval romano y la primera marcha de desfile de Carnaval compuesta por la brasileña Francisca ‘Chiquinha’ Gonzaga. En Miguelturra, se ha creado un híbrido entre influencias como la samba brasileña y las letras y melodías del folclore castellano.
Por su parte, José Ramón González, profesor de Historia, analizó desde un punto de vista histórico y antropológico la máscara con sus significados, mitos y simbolismo. Entre los personajes, está el Ahiguí, que recuerda al hombre del saco o al boscoso que va repartiendo lo que tiene, que va golpeando y haciendo que la semilla caiga y germine en un camino que va hacia la primavera y, por tanto, el sol y la cosecha; o la máscara guarrona que conlleva la incitación sexual, aprovechando el baile para entrar en contacto en un orden establecido rígido.

Además, Rita Gómez, responsable del obrador La Galguería, enseñó a hacer barquillos y borrachuelas; y las Máscaras Mayores de los dos últimos años compartieron anécdotas y reflexionaron sobre este reconocimiento en el marco de unas jornadas que también incluyeron una aproximación al Carnaval de Almadén a cargo de Eduardo Manuel García, las impresiones de significativas máscaras callejeras de Miguelturra como Nolasco Sánchez, Carmen Corral, Desideria Pérez y Marcela Naranjo y la conferencia-actuación sobre el pasodoble a los Reyes del Carnaval a cargo de Los Cansaliebres.