Once años después del hallazgo de sesenta cadáveres de fauna –la gran mayoría rapaces- envenenados en un coto de caza de la finca La Casa Nueva en Gerindote (Toledo), este martes arranca el juicio en Toledo contra el único acusado en el caso, el guarda del coto.
Los hechos ocurrieron a lo largo de varias semanas del año 2011 en la finca La Casa Nueva, donde los agentes medioambientales y del Seprona localizaron 60 cadáveres de fauna envenenada o tiroteada, entre ellas, un águila imperial ibérica y seis milanos reales, especies catalogadas en peligro de extinción, y otras protegidas como 23 milanos negros, 5 aguiluchos laguneros, varios córvidos, así como un zorro y varios perros.
Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF ejercen la acusación popular en este procedimiento que se juzga a partir de este martes en los juzgados de Toledo, según han dado a conocer las organizaciones ecologistas.
El envenenamiento más grave de rapaces en Castilla-La Mancha dio lugar a la suspensión cautelar de la actividad cinegética en el coto por parte de la administración de medio ambiente provincial. No obstante, “la suspensión se mantuvo apenas unos días”, denuncian los conservacionistas. Casi de inmediato se volvió a permitir la celebración de una competición de caza con galgos, “un riesgo para la recuperación de las poblaciones de aves rapaces de la zona”, señalan en un comunicado.
Dos de los 3 acusados han muerto
Según estas fuentes, dos de los tres imputados inicialmente ya han fallecido. El único encausado al que se podrá juzgar ahora, y que actuaba como guarda del coto, había sido acusado anteriormente por un caso de envenenamiento y caza de rapaces con búho en la misma finca. La finca, en el momento de los hechos, estaba dedicada a la caza de liebres aprovechamiento comercial con celebración de campeonatos de forma regular.
Tres organizaciones ecologistas personadas
En este caso de envenenamiento masivo están personadas como acusación popular las entidades Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF España, “que han conseguido mantener vivo el procedimiento a lo largo de una década, pese a las dificultades y retrasos que se han producido en su tramitación”.
El juzgado, a petición de la acusación de las ONG, decidió imponer una fianza solidaria a los tres acusados de 168.000 euros por la responsabilidad civil por los daños causados a los ejemplares.
El veneno en el campo sigue resente en Toledo y Ciudad Real
Toledo es la provincia que encabeza el número de envenenamientos de águila Imperial ibérica en la última década y la cuarta en número de envenenamientos en el caso del buitre negro, segúnd atos de estas organizaciones ecologistas. Para esta última especie el ranking lo encabeza Ciudad Real que además es la segunda en intoxicaciones de águila imperial. «Ello evidencia que Castilla-La Mancha sigue siendo una comunidad en la que la disposición de medios y aplicación de medidas contra el uso ilegal de veneno es clave para la conservación de estas especies, dada la afección que sufren por la utilización de este método ilegal de caza masivo y no selectivo».
Para las ONG, «es urgente que la consejería competente preste una atención mucho mayor a la erradicación del problema» y solicitan la aprobación de la revisión del plan regional sobre esta materia, la creación de una patrulla canina especializada en la detección de veneno en la provincia de Toledo y la consolidación de una Unidad de Investigación de Veneno (Unive) en toda la comunidad autónoma.