Con motivo del Día internacional contra el bullying o acoso escolar, ANPE reclama «un compromiso real, firme y estructural en este ámbito por parte de las administraciones públicas». Según el sindicato, «aunque se han dado pasos en los últimos años, el acoso escolar y el ciberacoso continúan afectando a miles de estudiantes en nuestro país, dejando secuelas profundas en su bienestar emocional, su desarrollo personal y su trayectoria educativa», indica ANPE en nota de prensa.
Para ANPE, «en un contexto de creciente polarización social y sobreexposición digital, las situaciones de acoso
han adquirido nuevas formas y, a menudo, se desarrollan en espacios que escapan al control de los
centros educativos». Por ello, ANPE insiste en que «la respuesta no puede recaer exclusivamente en el
profesorado, sino que debe articularse una estrategia nacional que involucre a toda la comunidad
educativa, a las familias, a los medios de comunicación y a las plataformas tecnológicas».
Según ANPE, «a pesar de los protocolos existentes y de los planes de convivencia implantados en los centros, el
acoso sigue siendo un fenómeno que, en muchos casos, se pasa por alto debido al miedo, al
desconocimiento o a la falta de herramientas para detectarlo. Las consecuencias pueden ser
devastadoras: desde el aislamiento y la ansiedad hasta el abandono escolar o, incluso, el suicidio. El
impacto es aún mayor en el alumnado más vulnerable, como el que presenta necesidades educativas
especiales o proviene de contextos sociales complejos».
ANPE propone una serie de medidas urgentes y estructurales contra el acoso escolar; entre ellas:
- Reforzar los equipos de orientación y aumentar la presencia de personal especializado en los
centros. - Establecer mecanismos de prevención y detección temprana adaptados a las nuevas realidades
del alumnado. - Desarrollar campañas de sensibilización sostenidas en el tiempo y coordinadas a escala estatal.
- Ofrecer al profesorado formación continua y recursos efectivos para afrontar estas situaciones.
- Garantizar la atención psicológica a las víctimas, tanto dentro como fuera del entorno escolar.
Asimismo, ANPE recuerda que la convivencia escolar no se puede construir desde la improvisación
ni con recursos limitados, sino con políticas educativas que prioricen el bienestar del alumnado y del
profesorado. El compromiso debe ser firme y sostenido, sin discursos vacíos ni medidas meramente
simbólicas.
En este día internacional, ANPE pone en valor el trabajo de todo el profesorado que, «día a día, actúa
para crear entornos seguros, respetuosos e inclusivos, y lanza un mensaje claro: la escuela debe ser
un espacio libre de miedo».