El ingeniero y agricultor socuellamino Antonio José Alcolea Cano es el primer productor de la provincia de Ciudad Real que se ha acogido al decreto que regula la venta directa para productos agroalimentarios o transformados de agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha.
Alcolea, de 38 años, se ha inscrito junto a otros quince titulares de las provincias de Cuenca (siete), Toledo (cinco), Guadalajara (dos) y Albacete (uno), para “ganar más valor añadido” a su producción de pistachos.
La participación en esta línea de comercialización le permitirá promover cadenas cortas de suministro para vender sin intermediarios su primera promoción de pistachos con la marca ‘Pistachos Familia Alcolea’. En concreto, ha obtenido un volumen de 4.000 kilos de una explotación de 37 hectáreas.
Quiere aprovechar al máximo la rentabilidad de este fruto de lento crecimiento, sin retorno hasta el sexto año, y con beneficios óptimos hasta el octavo.
“Es, según Alcolea, una gran ayuda” para productores como él que tras años de inversión han empezado a ver los resultados, que ahora podrán comercializar “con menos burocracia”.
Así, verá mejorada su renta y podrá empezar a amortizar la inversión que ha realizado desde hace ocho años cuando inició la plantación de pistachos.
El asesor agrónomo y experto en frutos secos, inició en 2012 junto a su padre el proyecto, con la siembra de la primeras 4,5 hectáreas, que sucesivamente fue aumentado entre los años 2014 y 2016 hasta alcanzar las 37 hectáreas.
El objetivo de Alcolea en la empresa familiar es procesar sus pistachos en sus propias instalaciones y un tostado tradicional con leña como distintivo de calidad.
Para ello, ha instalado en su finca una industria “modélica” con una estructura de acero inoxidable 100% en la que llevarán a cabo todas las líneas de transformación del nuevo ‘oro verde’.
Alcolea lamenta que haya sido 2020 el año de su primera campaña, “el peor del siglo”, por la inesperada llegada del coronavirus y la crisis sanitaria y económica que ha conllevado.
Pero confía en la nueva herramienta impulsada por el departamento de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la región para poder completar el secado y envasado del volumen de fruto seco que cultiva, y poder así sacarlo al mercado para su comercialización entre los consumidores finales.
“Podré defender mi producto y empezar a moverme”, sostiene, sobre todo porque son pistachos de calidad con un precio “no excesivo”.
Alcolea calcula que en pocos años su producción excederá las 10 toneladas previstas por la norma autonómica para ser vendidas de manera directa ligadas a su explotación agraria. Cuando llegue este momento se verá obligado a vender parte a granel, estima el ingeniero agrónomo ciudarrealeño, que también asesora a los titulares de otras fincas agrícolas sobre el manejo de cultivos y el uso de abonos y fitosanitarios.
Alcolea, como agente productor, es responsable de la seguridad del fruto seco que cultiva y elabora. Él mismo recuerda que cumple todos los requisitos previstos por las normativas para las etapas de la producción, transformación, envasado, transporte y venta de sus pistachos.
Aceite, vino, miel o trufa
Fue el propio consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, quien informó de la acogida que ha tenido la novedosa normativa a los dos meses de su publicación, con la inscripción de 16 productores de aceite, vino, miel, azafrán, trufa, cereales, legumbres, quesos, y huevos.