Los méritos académicos de Antonio Manuel Rodríguez, ciudarrealeño nacido en 1986, de madre valdepeñera y padre gaditano, le han llevado a formar parte del equipo que lidera la investigadora y directora del Instituto Regional de Investigaciones Científicas Aplicadas (IRICA), Ester Vázquez, el proyecto Graphene Flagship, en el campus de Ciudad Real. Este proyecto es una de las mayores iniciativas de investigación impulsadas por la Unión Europea (UE) para trasladar el grafeno del laboratorio a la sociedad, tiene un presupuesto global de 1.000 millones de euros, en diez años, repartidos en paquetes de trabajo en una veintena de países europeos, entre ellos España y, concretamente en Ciudad Real.
El más delgado y el más fuerte
Según reza la placa instalada en la puerta de acceso al laboratorio de Nanotecnología del edificio Marie Curie de la Facultad de Ciencias Químicas –IRICA, “el grafeno es una de las formas del carbono, un material nuevo y no solo el más delgado conocido hasta ahora, sino también el más fuerte; como conductor de la electricidad es tan bueno como el cobre y como conductor del calor es tan eficaz como algunos metales. Es prácticamente transparente pero tan denso que ni el más pequeño de los átomos de un gas puede atravesarlo”.
No sorprende, por tanto, que este material haya atraído la atención de la comunidad científica internacional y haya revolucionado diferentes industrias por su aplicación en productos, como baterías, componentes de aviación y convertirse en una esperanza en el mundo de la medicina.
“La nanoquímica es el inicio de este grupo, pero también estamos trabajando con hidrogeles, materiales tridimensionales poliméricos que pueden albergar agua en su interior”, explica este joven investigador que forma parte del grupo de trabajo de la profesora Vázquez desde el año 2017, tras su regreso de Nápoles (Italia) en cuya Universitá degli Studi di Napoli Federico II, -una de las más antiguas y prestigiosas de Italia- se formó durante dos años en el estudio teórico de los materiales.
“Las lentes de contacto o los implantes de rodilla son hidrogeles”, aclara para añadir que “estudiamos la mezcla entre lo que son los hidrogeles, la nanoquímica, y darle propiedades con los nuevos materiales”.
Afortunado
Antonio M. Rodríguez asegura que se considera “afortunado” ya que al terminar la licenciatura de Químicas en la Universidad de Castilla-La Mancha en el año 2009 y ser premio extraordinario de carrera, obtuvo una beca FPU, tras superar un proceso muy competitivo, para hacer la tesis y estudiar en distintos países europeos como el Reino Unido, donde vivió y trabajó durante casi un año en la Universidad de Durham, una las más importantes y antiguas junto con Cambridge y Oxford, y donde terminó con premio extraordinario de doctorado.
“No he parado, francamente. Mi madre me dice, muchas veces, hijo yo no sé a qué te dedicas, ni en lo que trabajas. Ella lo hizo en una empresa de contabilidad y mi padre era profesor de instituto y cuando vienen a las presentaciones que hago o al laboratorio me dicen “no lo entendemos, pero si tú eres feliz, ¡adelante!”, explica durante la conversación que mantiene con Lanza en un despacho de la Facultad de Químicas, con todas las ventanas abiertas.
Reconoce que le gusta su trabajo porque “es variado y no hay un día que se repitan las mismas cosas y cada vez que saltan los problemas tienes que aprender a resolverlos ya que son situaciones que no has vivido con anterioridad…y eso me gusta. Como también me gusta ayudar a los jóvenes a entender el proceso científico como base para la resolución de los problemas que se presentan.
Presidente de los jóvenes químicos europeos
Desde hace más de un año, Antonio M. Rodríguez, compagina su trabajo como investigador postdoctoral en el Grupo de MSOC-Nanoquímica con la presidencia de la Asociación de Jóvenes Químicos Europeos (European Young Chemists’ Network, EYCN) que agrupa a 45.000 químicos de todas las secciones jóvenes que están integradas en la Sociedad Química Europea (European Chemical Society o EuChemS), la mayor organización de sociedades químicas nacionales.
Con sede en Bruselas, la EuChemS que este año cumple su 50 aniversario, se relaciona directamente con la Comisión Europea y busca fomentar el debate científico y propiciar una voz única europea sobre cuestiones políticas claves en el ámbito de la química. Rodríguez explica que además de diferentes actos para lograr una mayor visibilidad social, esta asociación celebra eventos, premios y convocatorias tanto para científicos como para la sociedad en general, como es el caso del premio “Historical Landmark” que “hemos conseguido recientemente para Almadén” y que recibirá la próxima primavera en el transcurso de un acto cuyos preparativos han comenzado hace unas semanas.
Reconocimiento a las minas de Almadén
En el Comité Ejecutivo de EuChemS, del que forma parte Antonio M. Rodríguez como presidente de los Jóvenes Químicos, se aprobó la convocatoria de estos premios que reconocen la importancia de determinados enclaves europeos lo que supuso, recuerda ahora Antonio Rodríguez, “una oportunidad excelente para plantear la candidatura de las minas de Almadén”, una vez que ésta se ahormó con el trabajo de la sección territorial de la Real Sociedad de Química, el aval de las instituciones y empresas regionales, provinciales y locales y la defensa que de ella hizo en Bruselas la Real Sociedad Nacional de Química.
“En mi mente ví que tenía muy buena pinta la propuesta de que las minas de Almadén fueran reconocidas por el gran papel que desempeñaron en la historia de la química y su función desde la antigüedad hasta la actualidad”, explica. “Lo que hicimos es barrer para casa, para atraer este reconocimiento a la provincia de Ciudad Real”, recuerda ahora.
La Asociación de Jóvenes Químicos Europeos agrupa a investigadores menores de 35 años integrados en las sociedades europeas y, mediante el uso de distintas plataformas, realizan actividades de divulgación de convocatorias, cursos de escritura científica o del papel de la ciencia en la educación social.
Además, tienen en marcha varios proyectos que alternan anualmente, “Chemistry Rediscoverd” y Photochimica”, y tiene un papel muy activo en redes sociales. Celebran asamblea de delegados anualmente –este año fue en enero en Sitges- en la que se reúnen con la organización mayor y con la de Químicos Internacionales (IUPAC), la que marca las reglas, tales como la nomenclatura, y resuelve las dudas que surjan en la nominación de compuestos.
Coordinará el mayor encuentro europeo
Antonio M. Rodríguez dejará la presidencia el próximo mes de marzo de 2021, dos años después de acceder a ella como marca la normativa y a partir de entonces será el encargado de coordinar, como consejero del nuevo presidente, la organización del mayor encuentro europeo de química que se celebrará en Lisboa en el año 2022, tras ser aplazada su celebración este año por la pandemia.
PREGUNTA.-¿Qué experiencia le aporta la presidencia de los Jóvenes Químicos Europeos?
RESPUESTA.-Recomendaría a todo el mundo asumir posiciones de responsabilidad por la perspectiva que te aporta. Hay que tomar decisiones que no gustan a todo el mundo y eso no es fácil; hay que explicar por qué determinadas actividades se pueden celebrar o no y ello conlleva mucho diálogo, pero a mí me está gustando porque se aprende lo que es la responsabilidad y lo que ello supone de crecimiento personal tanto por la posición de liderazgo que ejerces como por la motivación que tienes que tener. Esta es una pasión que ejercemos sin cobrar y además supone un extra añadido a tu trabajo.
Desde la Sociedad de Químicos Europeos promovemos que se asuman responsabilidades y soy un convencido de que hay que ejercerlas, bien como delegado de clase o representante escolar en su momento, así como no tener reservas para manifestar tus opiniones. Por mi experiencia, en los países europeos que conozco esto se aborda de forma diferente a cómo lo hacemos aquí.
P.-¿No discuten?
R.-No, la gente da su opinión sin discutir. Esa es la percepción que he tenido.
P.-¿Considera que la pandemia ha contribuido a poner en valor el mundo científico?
R.-Por una parte creo que sí, ya que la sociedad está muy concienciada en cuanto a que la ciencia aportará soluciones para superar la crisis sanitaria. Una prueba de ello puede ser el aumento que se ha registrado en cuanto al número de matriculaciones de alumnos en Químicas, como se apuntó en uno de los últimos eventos que celebró la sección territorial de la Real Sociedad de Química. Un incremento que se ha producido, en general, en las ciencias.
Sin embargo, también creo que no ha contribuido. Sobre todo si hacemos una comparativa con Europa donde el coordinador de la pandemia en cada país es el que toma las decisiones y éstas se llevan a efecto. Aquí me da la sensación de que, a veces, se dan recomendaciones que luego se siguen pero….Yo tengo como referente Alemania donde su canciller es química, lo que le confiere una perspectiva más próxima a las recomendaciones de los científicos. Aquí también lo hacen pero, quizás, más a regañadientes.
P.-¿Quiere decir que en nuestro país tienen preponderancia otros elementos ajenos a la ciencia?
R.-Si. Aproximadamente es eso.